miércoles, 24 de marzo de 2021

Namasté

 Quien no puede ver la Divinidad en un gato o en un pez tampoco la puede ver en si mismo.

El saludo tradicional de la India "Namasté" significa que yo Ser Divino te saludo a ti Ser Divino.
Es un recordatorio constante que ayuda a grabar en el subconsciente que Dios está en todas partes, en todo lo vivo e incluso en lo que no consideramos vivo como una espada o una piedra que lleva millones de años sobre la Tierra.
De tanto inclinarse ante la Divinidad.....Namasté...Namasté...finalmente captaremos intuitivamente la Divinidad en todo el Universo viviente y lo más importante en nosotros mismos.
Este el propósito final de este ejercicio espiritual: comprender de una forma natural, intuitiva y sin esfuerzo la Divinidad que Somos.
Pero la inteligencia infinita nos pone al otro, al prójimo (próximo) para facilitar este ejercicio y acelerar ese despertar de la conciencia.
Todas las personas son sagradas, están equipadas con una biología altamente especializada por procesos evolutivos que han llevado cientos de miles de años.
Querer inyectarle una vacuna es considerarlo como una pobre expresión de la biología, casi un despojo que necesita que lo "levanten" con una sacudida realizada por un cóctel de virus destrozados o hechos papilla.
Querer protegerlo evitando tocarlo o acercarme a Él es reforzar su ilusión de que no vale, de que no es viable biológicamente para existir en este hermoso planeta que explota de vida y belleza.
La inteligencia infinita se cuida sola, no necesita inyecciones ni suplementos.
Si no puedes ver a Dios en tus prójimos tampoco puedes ver a Dios en ti mismo.
Si pudieras verlo no intentarías cuidarlo evitando contagiarlo ni menos irías a vacunarte para protegerlo.
La vacuna refuerza el miedo y parte de la base de que somos débiles criaturas que necesitamos cada año protegernos contra la gripe, el neumococo, la viruela y una extensa lista de temores.
Tu responsabilidad social es mostrarle al mundo tu propia Divinidad expresando en tu propio cuerpo la belleza infinita de tu fuerza y salud.
Esta es tu responsabilidad social más importante.
Pero sigues con tus cigarros y tus vinos, tus carnes al horno y tus innumerables hábitos que empañan tu grandeza biológica.
No puedes contagiar a la Inteligencia Infinita.
Si la Divinidad se enferma es porque la Divinidad quiere tener esa experiencia.
Y la tendrá te vacunes o no.
Porque en el Universo todas las experiencias son válidas y todas forman un mosaico infinito de vida y color que entretejen un gigantesco puzzle que nos permite experimentar la felicidad eterna.

-Martín Macedo

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