Todos nuestros pensamientos tienen consecuencias, ya sea buena o mala. Si pienso “nunca voy a conseguir ese trabajo”, estoy mandando energía negativa al Universo y ello me va a alejar aún más de mi propósito. Estoy “atrayendo negatividad”. Si en lugar de eso, empiezo a decirme a mí misma cada día que voy a conseguir el trabajo porque soy alguien fenomenal, voy a generar una energía positiva que tarde o temprano va a darme sus frutos.
Eso no significa que con un pensamiento podamos tener todo lo que queramos, pero pensar de forma positiva de forma continuada ha cambiado la vida de muchísimas personas.
Pero también somos lo que comemos, si te alimentas mal, tus células serán las afectadas, y eso significa que todas las funciones de tu cuerpo van a realizarse de forma lenta como si trabajara con “gasolina barata”. Cada persona tiene un cuerpo único y dependerá de su genética si puede tolerar una mala alimentación durante más o menos tiempo.
Comes para pensar y sentir; vives para tu instinto.
Piensas para comer y sentir; vives para tu mente.
Sientes para comer y pensar; vives para tus emociones.
Cuando te arrancaron de lo que ya eras al nacer, para que aprendieras a ser como tus antepasados, en dirección hacia atrás, y el río de la vida humana, como el agua de la montaña siempre viaja hacia adelante. Dime lo que comes, piensas y sientes y te diré lo que te falta y lo que no haces por tu bienestar integral.
La naturaleza tiene sus analogías explícitas con el cuerpo humano, tanto que muchas frutas y vegetales dialogan directamente con alguna parte específica de nuestro cuerpo. Basta ver las semejanzas en las formas para saber en qué nos benefician.
La naturaleza habla por medio de la forma, y apela a un sentido que todos los animales tenemos en común: la asociación. Así, cuando a nuestro cuerpo le falta potasio tenemos un súbito antojo por comer plátanos y tomates; cuando le falta energía, recuerda la existencia de los chocolates. De acuerdo a su estado de balance, el cuerpo hace asociaciones entre las cosas que conoce y las cosas que en ese momento necesita.
Pero el fenómeno es aún más fascinante. Mucho tienen que ver las formas y colores de lo que comemos con los beneficios específicos que otorga cada alimento; como si el mundo de las frutas y vegetales nos hablara directamente.
La zanahoria, por ejemplo, se parece a los ojos. La forma del ojo, la pupila, el iris y las líneas dentro del iris se ven muy parecidas. Alimentarnos con zanahorias sana la visión y ayuda a fortalecerla.
Las nueces, por su parte, semejan al cerebro, y son una de las mejores fuentes de Omega 3, Omega 6 y Omega 9, mismos que son absolutamente necesarios para su buen funcionamiento.
Los tallos del apio podrían recordarnos al radio y al cúbito humano. Son una fuente de calcio indispensable para nuestros huesos.
Los higos realmente se parecen a los órganos sexuales tanto masculinos como femeninos (vagina y testículos), y ayudan a la fertilidad. Contienen vitamina B6, la cual responde a la serotonina: la hormona de la felicidad.
Los plátanos son como una mano humana. Sobra decir lo que el potasio hace por los huesos y articulaciones, y ninguna parte de nuestro cuerpo tiene más huesos y articulaciones que la mano.
El tomate tiene cuatro cámaras y es rojo. El corazón tiene cuatro cámaras (cavidades) y es rojo. Todas las investigaciones muestran que los tomates están cargados de licopeno y de hecho son puro alimento para el corazón y la sangre.
Las cebollas se parecen a las células. Ya quedó demostrado que las cebollas contribuyen a limpiar los deshechos de las células. Haz visto al pelar una cebolla como lagrimeamos?…y así se limpian las capas epiteliales de nuestros ojos.
Los frijoles realmente sanan y ayudan a mantener el funcionamiento de los riñones y sí, se ven exactamente como los riñones humanos.
La papaya, cortada transversalmente, tienen un gran parecido con los intestinos, tanto en el color como en las vellosidades y la forma. Esta, como bien se sabe, ayuda a limpiar el colon y permite el buen funcionamiento del aparato digestivo.
El camote (batata) se parece al páncreas y realmente, balancean el índice glucémico en los diabéticos y contribuyen a su funcionamiento saludable. Se contiene una gran cantidad de beta-caroteno, que es un poderoso antioxidante que protege a todos los tejidos del cuerpo, incluyendo páncreas, los daños asociados con el envejecimiento o el cáncer.
La estructura de la guanabana, es similar a las células y, de hecho, actúa en su beneficio. Se utiliza popularmente como una terapia contra el cáncer.
Las fresas rebanadas podrían semejar dientes. Y estas no sólo los blanquean al ser frotadas contra ellos, sino que ayudan a mantener la dentadura fuerte y sana. Su color rojo también indica su parte homóloga para la salud de las encías.
Los cítricos en general se parecen mucho a las glándulas mamarias y es sabido que ayudan a la buena lactancia y fijan el calcio, que es indispensable para el bebé.
Para lograr un deseo, es necesario soñar, te permite conectar con el campo de la potencialidad pura y la creatividad infinita. No pierdas más tiempo, mándalo todo de paseo y vete a dormir.
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