El yang está en el centro y el yin en la periferia.
El maestro está en una posición central del espiral.
El alumno está en una posición periférica.
El sol es el maestro y los planetas son los discípulos.
Todo estudiante aspira a graduarse.
Va desde lo yin (la inexperiencia, la inmadurez) hasta la graduación o titulación.
El estudiante desea avanzar lo más rápidamente posible hacia su meta.
Pero no lo puede hacer solo.
Necesita a sus profesores, necesita el ambiente académico, necesita trabajar mucho y muy duro.
Finalmente consigue su meta y hay una gran fiesta.
Festeja la familia, los amigos, los padres, los hijos porque hay un graduado universitario en la familia.
El maestro a su vez no puede vivir de su profesión si no tiene alumnos.
Cuando un instructor de yoga alcanza su grado, su mayor anhelo es conseguir alumnos para poder vivir del trabajo que ama.
El instructor yin no atrae a ningún alumno.
Porque los alumnos son yin.
El instructor yang atrae a muchos alumnos, porque yang atrae yin.
Algunos alumnos son arrogantes y creen que pueden llegar solos al centro del espiral.
"No necesito clases, ni cursos ni instructor"....ellos creen eso.
El alumno yin busca al maestro yang.
Pero el alumno demasiado yin no está preparado para iniciar el proceso educativo, porque no desea trabajar ni la disciplina del proceso educativo.
Entonces este tipo de alumnos son muy yin y no le sirven a ningún maestro.
Y por eso aunque tengan a su disposición los mejores maestros y las mejores escuelas, éstas no le atraen.
El alumno es yin.
Pero el alumno inmaduro es demasiado yin.
Porque no consiguen ver el valor.
Están tan dormidos (yin) que necesitan tiempo (yang) para darse cuenta.
Por eso hay un dicho oriental que dice que cuando el discípulo está preparado, aparece el maestro.
Y cuando aparece el maestro llega el éxito.
Éxito para el maestro.
Éxito para el alumno.
Porque hay una nueva estrella en el firmamento.
-Martín Macedo.
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