Billie Eilish ha logrado un gran éxito con sólo 15 años de edad.
Desde niña siempre soñó con ser una estrella; sus padres son actores de cine y han logrado notoriedad.
Su hermano también es músico.
Comenzó a practicar danza pero tuvo una lesión que la dejó sin sus entrenamientos por un largo tiempo.
Entonces el hermano le sugirió que probara con la música.
Lo subió a You Tube.
Cuando llegó a las 1000 reproducciones su hermano le dijo: "lo hicimos, hemos triunfado".
Era sólo el comienzo.
Pero en poco tiempo se viralizó y le llovieron ofertas para cantar y grabar discos.
Hoy lleva 222 millones de reproducciones.
Con 16 años da recitales donde miles de fans adolescentes la adoran como a una diosa.
Y prepara su próxima gira por todo los EEUU.
Tony Robbins tiene razón; vivimos en una era donde se pueden lograr éxitos fantásticos a una velocidad impensada hace unos 50 años y mucho menos en los tiempos antiguos.
¿Cómo explicar un éxito tan fantástico con sólo 15 años?
Su sistema de creencias es sano y la apoya porque su familia está habituada a la actuación y ella se siente favorecida.
Desde que era una niña sólo deseaba tocar la guitarra y triunfar.
Ese éxito instantáneo es yang infinito.
Su constitución es bien yang.
Tener 15 años también es muy yang y los hábitos de la familia son los de los actores de primer nivel que siempre cuidan su dieta y estado físico.
El yang infinito crea este tipo de éxito instantáneo.
Un objetivo preciso, una voluntad enfocada sólo en trabajar duro para convertirse en una estrella, y la creencia de que está predestinada.
Realmente, realmente desea ser una estrella.
Y el universo responde siempre.
Pero el yang infinito atrae al yin infinito.
Y una chica adolescente no tiene un auto control bien formado.
La tentación de las drogas, el alcohol y los trastornos alimentarios son frecuentes en estos casos.
La fama y el éxito tan rápidos presuponen grandes presiones.
Pero la presión infinita crea más éxito.
Una espiral gigantesca que la convierte en una diosa.
Y estos éxitos tan explosivos sólo son posibles cuando la mente sólo se enfoca en las cosas infinitas.
En el éxito infinito.
En la salud infinita.
En la felicidad infinita.
Y ese siempre fue el objetivo de los estudios macrobióticos en la escuela de Ohsawa.
-Martín Macedo-
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