Si toda acción antes fue imaginada, si toda cosa antes fue imaginada, nuestra imaginación es nuestro tesoro inexplotado.
Tenemos un tesoro pero no lo sabemos.
Creemos que un tesoro es un baúl lleno de monedas antiguas y objetos preciosos enterrados en el fondo marino por feroces piratas.
Pero como hay pocos cofres así, no hay uno para cada persona de este mundo, la competencia es feroz.
Incluso un tesoro así fue primero creado en la mente.
Todos tenemos una mente que puede imaginar un tesoro.
Si usáramos este recurso cada uno podría tener uno o varios tesoros y todos serían ricos y se terminarían las miserias del mundo.
Pero este poder llamado imaginación necesita ser entrenado porque es como una afilada espada que en manos de niños o personas irresponsables puede hacer mucho daño.
La espada no es un juguete.
Tampoco lo es la imaginación.
El profesor de esgrima debe enseñar ante todo a no dañar con la espada y luego debe comenzar a enseñar los primeros movimientos.
Poco a poco el aprendiz dominará los secretos de la esgrima y a su tiempo será un experto maestro del arte de la espada.
Y será famoso y respetado por su habilidad magnífica.
Mucha gente no comprende el poder de su espada.
Ni siquiera sabe lo peligrosa que es cuando está fuera de control.
La usan de cualquier forma, hablan cualquier tipo de palabras y comen cualquier tipo de comida.
Cuando la comida, la palabra y la mente se usan sin sabiduría la vida se convierte en un infierno.
Pero cuando encontramos a los maestros correctos que nos ayudan a usar nuestro tesoro inexplotado podremos llenar varios cofres y enterrarlos en el fondo del mar e ir a buscarlos cuando los necesitemos.
Mucho mejor que poner dinero en el banco, porque el banco puede cerrar nuestra cuenta y quedarse con nuestros ahorros sin previo aviso.
Pero nuestro tesoro es sólo nuestro para que tengamos riquezas infinitas.
Sólo necesitamos ir a la escuela correcta para comenzar nuestros ejercicios.
-Martin Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario