Ohsawa en sus enseñanzas animaba a sus estudiantes a estudiar la vida de grandes hombres y mujeres de la historia, para inspirarse a trabajar y estudiar como ellos.
Pero también los animaba a ser aún más grandes que ellos debido a que nosotros tenemos el Orden del Universo y los secretos de yin y yang en la nutrición.
Entonces tenemos una ventaja y tenemos que aprovecharla.
Casi todas las personas aprovechan sus ventajas genéticas.
Un hombre muy alto y fuerte aprovecha para jugar al basketball y destacarse como estrella.
Con el mismo esfuerzo que otro no dotado, consigue más éxitos y más tempranos.
Una mujer muy hermosa y sensual, aprovecha sus ventajas genéticas para convertirse en una celebridad del mundo musical o del cine y logra resultados mucho más tempranos y rápidos que otras actrices menos dotadas genéticamente.
En todos los campos, deportes, ciencia, economía...los que tienen ventajas iniciales las aprovechan para avanzar más rápido y triunfar antes.
Así nosotros tenemos esta ventaja al conocer el Orden del Universo y los secretos de la nutrición que nos dan una fuerza mayor, una longevidad mayor, una energía mayor y una salud mucho mayor.
Podemos estar 20 años por debajo de nuestra edad cronológica o incluso más si tenemos realmente la determinación y el propósito de hacerlo.
Así que no sería sensato tener esta gran ventaja y no aprovecharla.
Sería una verdadera pena, como lo hemos visto en talentosos futbolistas que cuando se vuelven estrellas tan jóvenes, se dedican a las fiestas, lujos y placeres y se arruinan antes de los 30 años como el caso de Ronaldinho.
El futbolista sabio aprovecha la gran ventaja que le da la vida y le saca el máximo brillo llegando a destacarse hasta casi los 40 años volviéndose un ídolo y una inspiración para millones de personas.
En cambio los que no aprovechan las ventajas nos llenan de tristeza.
Los macrobióticos que no aprovechan esta ventaja son como estos personajes que lo tuvieron todo y lo arrojaron todo por la borda.
Por esa razón debemos sentirnos los más afortunados del Universo, porque muy pocos conocen este secreto y entre éstos, una minoría lo aplica a fondo.
-Martín Macedo-
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