Vivimos en un mundo en el que parece que todo está establecido: la manera en la que debemos vivir y las distintas etapas por las que vamos a pasar a lo largo de nuestra vida.
Con la salvedad, que unos van a tener más suerte que otros en la salud, el dinero o el amor. Cuando nos salimos del patrón establecido y nos damos permiso para explorar otras propuestas que nos alejan del determinismo, en muchas ocasiones, descubrimos que nos devuelven el poder sobre nosotros y sobre nuestra propia vida. Sólo el hecho de contemplar esta opción nos abre un mundo de infinitas posibilidades.
William G. Braud, fue catedrático de Psicología Experimental por la University of Houston y ganador del premio University -Wide Teaching Excellence Award que reconoce la excelencia en docencia a través de la innovación y el compromiso. A lo largo de su carrera académica dirigió numerosas investigaciones en áreas de experiencias humanas excepcionales ( místicas, intuitivas y transformadoras). En sus más de 200 artículos académicos apunta que es posible relacionar cuestionges energéticas, como el poder de la intención, con la salud.
Braud nos habla del “momento semilla” y nos dice que son “etapas en las que se originan eventos o síntomas corporales saludables o dañinos” que se pueden manifestar más tarde en la vida cronológica de una persona. Es decir, a lo largo de nuestra vida hay un primer momento, llamado “momento semilla”, en el que vivimos un impacto y el estrés que conlleva deviene una semilla que puede manifestarse en el futuro. En consecuencia, una enfermedad o un comportamiento conflictivo en el momento actual tendría su origen en ese “momento semilla” que se produjo antes en nuestra vida.
Suponiendo que en la vida de cada uno de nosotros hay diversos “momentos semilla” que quedan guardados en el inconsciente Braud se pregunta: “¿Es posible prevenir retroactivamente una enfermedad? ¿Es posible reescribir nuestra propia reacción emocional ante un acontecimiento? ¿Cuánto del pasado podemos cambiar en el mundo concreto que llamamos real?”
Para responderse se sirve de estudios realizados sobre el poder la intención y su materialización posterior. Asume que “las intenciones desplazadas en el tiempo pueden actuar para influir pero nunca para cambiar el pasado”. Braud apunta que “podemos reescribir nuestra historia o parte de ella” siempre y cuando "incidamos en el cambio de emociones" en la experiencia vivida en el "momento semilla".
Cuando se pregunta si “podemos prevenir retroactivamente una enfermedad” incide en la idea de “retroactivo”, es decir, en algo que tiene fuerza sobre el pasado. Nos invita a viajar mentalmente en el tiempo para revivir nuestros propios “momentos semilla” y aportarles una información que sea beneficiosa para que la manifestación futura sea distinta. En resumen, un síntoma o un conflicto actual tiene su origen en un “momento semilla” que quedó grabado en nuestro inconsciente y si, en el momento que tenemos el síntoma o conflicto, identificamos el “momento semilla” que lo generó podemos modificar su forma de manifestarse.
Desde la Bioneuroemoción® sugerimos que este planteamiento sólo es posible desde una concepción no-lineal del tiempo en la que todo está interrelacionado. Al apartarnos de la secuencia pasado-presente-futuro entiende que todo confluye en un presente que está lleno de información, una información relacionada con nuestro pasado.
En una consulta en Bioneuroemoción® el acompañante guía al consultante a revivir situaciones concretas desde el corazón, es decir, desde el centro que expresa nuestra coherencia emocional. Para poder reescribir la historia hay que volver vivir la situación con una emoción diferente, libre de culpa. El cambio de percepción viene dado por la compresión hacia uno mismo y hacia todos los demás.
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