jueves, 22 de diciembre de 2016

El secreto de los grandes líderes para potenciar sus mejores actitudes

Nuestra manera de pensar conforman las actitudes, y el conjunto de actitudes engloban nuestra forma de comportarnos. El tema es que una persona puede observar sus ideas por estar estos cercanos a la conciencia, pero no puede observar una actitud. Una vez que una sumatoria de ideas y creencias similares, lo que sería el modelo mental, ha llegado a cristalizarse en una forma de comportarse, ya no es más directamente observable, todo lo instintivo y mecánico en nosotros está más alejado del área de nuestra conciencia individual.

Por ejemplo si a una persona le decimos que es "mala", se va a desencadenar todo un circulo de creencias e ideas que efectivamente la van a transformar en lo que le hemos dicho: primero va a pensar que puede ser "mala", luego va a creer que lo es y a partir de ahí, una vez que se cristaliza la creencia en su mente, crea una forma de comportarse de maldad. 

Esas actitudes en las que están basados su forma de comportarse, ya las perdió de vista su conciencia, se dará cuenta recién a partir de haber realizado un hecho de maldad y que genere a alguien le avise.

Lo que evita el líder, sabiendo como funciona este proceso, es que se le cristalicen las creencias erróneas e inconvenientes, tanto del entorno como desde su propia mente.

Si a un líder experto antes de un desafío, que puede ser una final de un torneo de fútbol, alguien le dice que va a perder, nunca interiorizará el comentario, no lo creerá.

Es consciente que si lo toma en serio, es decir "le da lugar" va a desencadenar el circulo vicioso de pensar en la posibilidad de perder... creer que puede perder... desarrollar una actitud perdedora... generar una forma de comportarse como perdedor y así definitivamente perder.

Partamos de la base que una creencia en sí no nos moviliza a actuar, podemos contenernos mientras no accionemos, pero en el caso de una actitud no, una actitud se compone por definición de los elementos "creencia-acción" y una vez que actuamos ya lo hacemos mecánicamente y en cierta forma invisible para nuestra conciencia. No convertir las creencias limitantes y que nos restaran en actitudes.

En el ejemplo anterior, el líder en el caso que se crea el comentario negativo, no seguirá pensando que puede perder cuando se comporte en base a dicho pensamiento, pero sí seguirá actuando movilizado con una "actitud de derrota" sin darse cuenta.

Eso es lo que hay que evitar, el hecho de no sólo creerse un pensamiento negativo, eso es en primera instancia y básico, pero en lo que hay que concentrar energías es en evitar el efecto de cristalización o solidificación en la propia mente.

La importancia de evitar la cristalización y su por qué se explica una vez que entendemos bien uno de los principios básicos que es la ley de causa y efecto:

Cuando emitimos un pensamiento se desprende de nosotros una masa de energía, esta se dirige hacia donde nosotros la enviamos uniéndose por el principio de atracción con energía idéntica, siempre esta energía por la ley de causa y efecto va a volver hacia nosotros y cuando vuelva traerá todo el caudal energético necesario para que se cumpla lo que pensamos.

Los buenos pensamientos producirán buenos actos

Las actitudes que se desencadenan con base en pensamientos negativos, extraen nuestras fuerzas sin que lo sepamos, y podemos actuar por ejemplo con miedo sin que haya razón exterior alguna. Y lo más grave, es que después aunque nos quieran convencer de que no hay razón exterior, la actitud seguirá ejerciendo el poder que nosotros mismos le dimos con nuestro pensamiento.

Si el pensamiento es negativo y se desarrolla una actitud negativa, nuestro comportamiento nos extraerá mayores fuerzas que si el pensamiento y la actitud hubiesen sido positivos. 

Sabemos que actitudes obran en el trasfondo de nuestra personalidad?

Los patrones mentales, desconocidos por nosotros en la mayoría de los casos, representan las trabas que no nos permiten desarrollar todo nuestro potencial.

La mente consciente posee mecanismos de defensa para esos patrones mentales, cuyos objetivos son hacer que esos patrones mentales se cumplan. Todos los seres que nos rodean, tienen nuestros mismos patrones mentales, de otra manera no podríamos convivir. Si tenemos en cuenta que solo nos acercamos a aquellas personas que nos permiten cumplir con nuestros patrones mentales, es fácil llegar a la deducción de que todas nuestras circunstancias están formadas de acuerdo a lo que tenemos grabado en el subconsciente. Por eso es que cuando cambiamos mejora nuestro entorno. 

Dos tareas muy útiles a realizar para evitar la cristalización de pensamientos negativos: 
Seleccionar desde la mente consciente toda la información que ingrese al subconsciente, no permitir el ingreso de nada negativo. 

Introducir desde la mente consciente afirmaciones positivas, le debemos hacer entender lo que en realidad queremos pensar. 

Debemos polarizar hacia lo positivo todos los patrones mentales negativos que tenemos.

Y cuál es la traba que hace que la realidad no cambie en un corto plazo?

No siempre tenemos todo el dominio sobre lo que somos ni sobre de lo que entendemos de nosotros mismos y entonces en el exterior se seguirán manifestando situaciones que a lo mejor no son convenientes, o nos desagradan. pero la realidad debemos percibirla como una consecuencia, no es más que un espejo donde se refleja el estado de nuestra realidad interna.

Si ni siquiera sabemos quiénes somos es lógico que la realidad que se nos manifiesta no la entendamos y no nos sintamos identificados, porque en realidad todavía no nos identificamos con nosotros mismos tal como estamos en el presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario