Si viniera Dios a visitarte y te preguntara.. ¿qué edad te gustaría tener?
¿No sería maravilloso?
Supongamos que tenemos 60 años y le decimos a Dios que nos gustaría tener 30 años.
Entonces Dios lanza un haz de poderosa energía y nos convierte en jovenzuelos de 30 en unos pocos minutos.
Todo esto parecería una linda historia para una película de ciencia ficción.
Pero es posible.
Estoy absolutamente convencido.
Es posible si comprendemos en profundidad la estructura de nuestra mente.
Nuestra mente subconsciente es creadora y se limita a cumplir órdenes.
Si le ordenamos crear un cuerpo con una edad biológica de 30, eso hará de una forma natural y lo más rápidamente posible.
Jesús lo enseñó hace un buen tiempo cuando dijo que si tienes fe del tamaño de un granito de mostaza le dices al monte que se arroje al mar y el monte saltará de inmediato.
Pero la mente subconsciente no está sola; está celosamente custodiada por la mente lógica y razonadora que es la mente consciente.
Es como el portero del edificio; no deja pasar a ningún visitante a menos que esté seguro de que es alguien que no pondrá en peligro a los habitantes del edificio.
Como el subconsciente cumple cualquier orden la inteligencia infinita puso a la mente consciente para que haga un riguroso filtro.
Pero a veces el vigilante tiene ideas muy rígidas aprendidas en su cultura y no deja entrar a casi nadie al edificio sólo a dos o tres personas.
Así nos perdemos lo mejor del mundo, debido a que la mente consciente cierra el acceso a nuevas ideas.
Debemos convencerlo de que deje pasar las nuevas órdenes.
Si lo hacemos dejará entrar a la matriz infinita nuevas semillas verbales.
"Mi edad biológica es de 30 años".
Para burlar la férrea vigilancia, los sabios crearon técnicas de relajación física y estados meditativos en los cuales el vigilante se adormece y así podemos sugestionar al subconsciente con mayor facilidad.
Mi edad biológica es de 30 años....una y otra vez...hasta impregnar día y noche a la matriz creadora infinita.
Entonces si la semilla prende en la matriz infinita, dará su fruto y tendremos un cuerpo biológico de 30 años aunque tengamos 60 o 65 de edad cronológica.
Así que ahora nadie diga que no se le avisó.
Estudiemos la estructura de la mente.
Estudiemos la biología del cuerpo.
Estudiemos la cocina superior basada en tradiciones muy sabias.
Nadie diga y sienta que "estoy viejo" o "estoy envejeciendo".
La afirmación cargada de emoción termina por penetrar en la matriz infinita.
De poco sirve hacer dieta si se dan estas feas órdenes.
De poco sirve dar buenas órdenes pero sin atender la nutrición.
Por eso algunos maestros de la ciencia espiritual terminan muy enfermos.
Tienen tanta fe en el poder mental que piensan que pueden fumar y beber lo que deseen.
Porque ellos creen que "todo es mente".
Pero usan esa verdad universal para justificarse.
Por eso si somos sabios para decretar también debemos ser sabios para nutrirnos.
-Martín Macedo-
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