Ohsawa, el gran Ohsawa siempre enseñaba en sus charlas y clases por todo el mundo...."ante todo la salud, la salud absoluta.....consagraos lo antes posible y a cualquier precio a la realización de la salud absoluta y luego podréis hacer lo que os plazca".
Cuando Ohsawa murió alguien dijo que era un maestro adelantado 100 años a su época.
Eso fue en 1966.
Lo que enseñó estaba dirigido a la gente que vivirá en el 2066.
Todavía falta...muchos de nosotros no estaremos en ese año pero la enseñanza de Ohsawa sigue siendo válida en cualquier tiempo.
Lo más importante del mundo, la base de una vida feliz y espléndida es tener una salud infinita y sobre esa base construir cualquier cosa.
Los animales lo hacen.
Es muy económico y muy apasionante.
¿Es fácil?
¿Es difícil?
Da igual si es fácil o difícil, o muy fácil o muy difícil.
Se trata de la felicidad, de la más elevada vida, de la mayor de las maravillas.
Ese tipo de consideraciones son absurdas.
Quienes se hacen este tipo de preguntas están tan cansados que deben evaluar si disponen de energía suficiente para intentarlo.
Es como si los astronautas del Apolo 11 que puso al ser humano sobre la luna se preguntaran antes de iniciar su gloriosa misión si era fácil o difícil.
Si hubieran hecho ese tipo de preguntas a los organizadores de la misión los hubieran descartado de inmediato por pusilánimes.
Ohsawa era un gran hombre.
Tenía una gran pasión y lograba todos sus sueños, porque los quería con tal fuerza, con tal intensidad que el universo apoyaba todos sus deseos.
Nos dejó esta perla....ante todo la salud absoluta, sed incansables, felices, guapos y fuertes.
Tenéis la macrobiótica que puede crear cuerpos poderosos y magníficos.
Mentes llenas de brillantez y sabiduría.
Sólo necesitáis alimentos simples y estudiar el Orden del Universo.
Pero hoy en día es difícil hallar grandes estudiantes.
Unos son muy buenos en la teoría pero débiles en la práctica.
Otros cocinan muy bien, cuidan con mucho esmero su nutrición pero no estudian lo suficiente.
Unos son demasiado teóricos y otros demasiado prácticos.
Para ser verdaderos macrobióticos, con la pasión y fuerza del maestro Ohsawa, debemos ser fuertes en el estudio y fuertes en la práctica.
Y eso es algo que podemos hacer.
Porque la voluntad de hierro está ahora mismo haciendo latir nuestros corazones poderosos.
Y porque la vida infinita está en cada átomo de nuestro cuerpo dándonos todo lo necesario para una vida grandiosa.
Pero si lo olvidamos, si lo negamos, si seguimos durmiendo, necesitaremos enfrentar grandes dificultades para despertar al gigante que duerme profundamente una larga siesta.
Pero como yin viene después de yang, hasta el mas grande de los perezosos finalmente despertará.
Es sólo cuestión de tiempo.
Y el tiempo es infinito al igual que el espacio.
Porque estamos en el infinito y somos el infinito.
Y no podemos dejar de serlo aunque lo neguemos enérgicamente y a viva voz.
Martín Macedo-
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