El mito de Sísifo, el hombre ante el absurdo de la vida
Sísifo fue un personaje de la mitología griega, caracterizado por su rebeldía y astucia frente a los dioses, y conocido por el castigo que ellos le impusieron, el cual dejó para siempre una lección a la humanidad.
Historia de Sísifo
Según la mitología griega, Sísifo fue el fundador de Corinto, y destacó como impulsor de la navegación y el comercio. Pero así mismo, era avaro y embaucador. En una ocasión fue testigo del secuestro de la ninfa Egina por parte de Zeus. Cuando Asopo, dios de los ríos y padre de Egina llega a Corinto buscándola, Sísifo le revela el secreto a cambio de una fuente de agua para la ciudad.
Ante lo anterior, Zeus, furioso, envía a Tánatos, dios de la muerte, por él. Pero Sísifo lo engaña, haciéndolo prisionero con los grilletes que estaban destinados a él. Esto provocó que nadie muriera por un tiempo, hasta cuando Zeus envió a Ares para liberar a Tánatos. Entonces, Sísifo es conducido al inframundo, pero previamente le pide a su esposa que no le rinda las honras fúnebres debidas.
Una vez ella cumple este compromiso, Sísifo se queja ante Hades, dios del inframundo y le pide autorización para regresar a castigarla. Una vez obtiene el permiso, se niega a regresar al inframundo y así logra vivir muchos años, hasta cuando, ya anciano, vuelve nuevamente, conducido por Tánatos.
Pero Zeus y Hades, disgustados por sus permanentes argucias, acuerdan castigarlo ejemplarmente. Para ello le imponen empujar una enorme piedra cuesta arriba por una montaña. Una vez llega a la cumbre, la roca rueda de nuevo hasta la llanura, y Sísifo debe subirla nuevamente. Esta tarea deberá cumplirla eternamente.
- Sísifo y el existencialismo
Los existencialistas se preocupan por el aspecto subjetivo de las experiencias, aquello que es intransferible a otros. Por lo tanto, las sensaciones no se pueden expresar apropiadamente con palabras. Por todo ello, exploran el modo como le damos sentido a la vida.
Ante el mito de Sísifo, el ensayista y escritor existencialista Albert Camus, se pregunta en su libro “El Mito de Sísifo”, cuál aspecto es el que hace que la vida valga le pena ser vivida. Ante la dificultad de encontrar un sentido valedero para vivir, aborda la posibilidad del suicidio como una salida. Pero esta opción es descartada, enfrentándola a la filosofía del absurdo.
En este marco, Camus analiza cómo la vida no tiene sentido, al igual que la eterna tarea de Sísifo, ejecutada una y otra vez, sin ningún destino final. Por lo tanto, la vida misma es un absurdo inútil, al cual debemos encontrarle un sentido para que cobre validez. Para Camus, mientras Sísifo empuja la roca por la cuesta, vive la tragedia de su absurdo trabajo. Pero cuando baja a la llanura para reiniciar la labor, tiene un instante de lucidez, donde se hace consciente de su miserable condición.
Por lo tanto, cuando reconoce la verdad de su tarea, puede alcanzar la liberación, viendo la inutilidad de su trabajo, pero aceptando su absurdo destino. Entonces se puede creer que ya todo está bien para Sísifo y, de alguna forma, se le puede considerar alguien feliz.
Sísifo en nuestra época
Si observamos este análisis desde el ámbito de nuestro tiempo, encontramos que el hombre moderno se enfrenta diariamente a la ejecución de sus labores repetitivas a lo largo de la vida. Esto conduciría al desencanto, al no hallarle sentido a una vida sin aparente misión. Pero no se trata de que el esfuerzo individual sea inútil.
En vez de esto, se debe comprender que, sin importar lo terribles que puedan ser las circunstancias, lo importante es la actitud con que las enfrentemos. Volviendo a Camus, él afirma que uno mismo debe darle sentido a la vida, sin aceptar una existencia de, simplemente, arrastrar la piedra por la cuesta una y otra vez, al igual que Sísifo.
Si logramos esto, tendremos un mensaje esperanzador para la humanidad. Al enfrentar cualquier tarea con una actitud invencible, tendremos, así mismo, la capacidad de encontrarle un sentido positivo a la existencia.
Escrito por Carlos Morales para VCSradio.net
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