martes, 26 de enero de 2021

Bifurcación de caminos

 Si estamos frente a una bifurcación del camino y no sabemos cuál camino escoger.

La persona yin quedará petrificada por la duda y esperará pacientemente hasta que su intuición le diga qué hacer.
Pero como su intuición está nublada, por mucho que piense no conseguirá nada.
La persona yang no lo pensará dos veces y tomará uno de los dos caminos con la certeza de que si se equivocó pronto lo verá claro y volverá a la zona de la encrucijada.
La sabiduría popular nos enseña: "frente a la duda abstente".
Es decir que si no estás seguro no hagas ningún movimiento.
Pero si pasa mucho tiempo y la duda persiste, la duda se convierte en desesperación.
El miedo a tomar una mala decisión es tan grande.
Que puede resultar paralizante.
Entonces las personas yin sienten que necesitan ayuda.
Y consultan a consejeros, maestros, oráculos, el tarot, el I ching.
La duda es muy yin, y la duda crónica es aún más yin.
La certeza es yang, y la claridad absoluta es aún más yang.
La clave para convertir a la duda en claridad es la calidad de la sangre.
Una sangre ácida, o demasiado aguada o demasiado dulce, contribuirá a esa sensación de inseguridad, de temor a equivocarse.
Una sangre de gran claridad, producirá un pensamiento claro y un fuerte sentido de dirección.
"No sé que hacer".....es una sangre de poca calidad.
" La tengo re-clara" .....es una sangre de buena calidad.
Entonces unos días de dieta estricta, masticando muy bien y haciendo suficiente actividad física aclararán la mente y permitirán transformar la duda en certeza absoluta.
Por eso la duda es útil.
La enfermedad es útil.
El fracaso es útil.
La tristeza es útil.
La carencia es útil.
Porque nos obligan a tomar de las reservas de la sabiduría infinita.
Que forman parte de nuestra herencia original.
Como un príncipe que ha sufrido un ataque de amnesia.
Y pide monedas en el pórtico de la Iglesia.

-Martín Macedo-

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