Cuando una persona se encuentra inesperadamente con una gran cantidad de dinero de pronto adquiere un gran poder de compra.
¿Tener una gran cantidad de dinero es yin o yang?
Es yang, porque le da un gran poder y muchas personas se acercan por su dinero, se hacen sus amigos, lo respetan, lo elogian y puede hacer mucho bien ayudando a gente humilde o bien puede contratar a unos matones para que castiguen a sus enemigos.
Pero si no tienen auto disciplina su tendencia es a gastarlo rápidamente en dos o tres años.
Tal vez lo sientan como una pesada mochila y desean aligerar su carga.
Acumular dinero es yang y gastarlo es yin.
Algunos acumulan mucho porque son muy yang.
Otros apenas consiguen pocas monedas porque son muy yin.
Algo similar ocurre con la salud.
Tener una salud poderosa es yang.
La persona que tiene una salud muy grande tiene mucho poder y puede hacer mucho daño y también puede ayudar a mucha gente.
Un boxeador muy fuerte puede lastimar a mucha más gente que un boxeador débil que no tiene mucha fuerza en sus puños.
Porque la salud es disponer de una gran cantidad de energía.
La salud financiera consiste en disponer de una gran cantidad de energía económica.
La persona que recibe por sus genes una salud grande y poderosa siente que todo es fácil para ella, pues consigue todo lo que quiere rápidamente.
Abre todas las puertas porque su empuje arrollador es imparable.
Estas personas se destacan enseguida y se vuelven famosas como los astros del mundo del espectáculo o las estrellas de fútbol o basquetbol.
Pero a los 35 años como le pasa a muchos famosos deportistas, su yang se acaba y por mucho que lo intenten no consiguen conservar su energía poderosa.
Ahí se acaban sus carreras, su fama, su riqueza, su celebridad.
Ahora son yin y nadie desea contratarlos ni convocarlos a la selección nacional.
De igual manera quien se gasta su fortuna en fiestas y excesos pierde su poder al quedarse sin dinero.
Sus amigos se van, su respetabilidad se acaba, ya nadie los busca ni le pide ayuda para obras de beneficencia.
Perder la salud es yin.
Perder el dinero es yin.
Quien no comprende yin y yang por mucho que intente, por mucho que trabaje, por muchos rituales mágicos que intente, por muchas sociedades secretas a las que se una no conseguirá recuperar ni su salud ni su dinero.
Pero nosotros tenemos la perla negra del oriente.
Tenemos el principio de las transmutaciones.
¿Transmutar qué?
Transmutar yin y yang a gusto en un sentido o en el otro.
Porque yin y yang se comen.
Y la gente no lo sabe o no lo quiere saber.
La gente piensa..esto es rico ...esto me gusta...esto no me gusta.
Sin considerar si es yin o yang.
Entonces sus energías fluctúan en forma caótica.
Y luego desean la salud y el dinero y el amor...y trabajan duro, van al gimnasio, buscan un gurú de la India, hacen rituales y hasta magia negra.
Pero rara vez obtienen resultados.
Porque ignorar yin y yang y cómo cambiarlos, cómo transmutarlos... es andar por la vida con una clara desventaja, como irse a vivir un país extranjero sin hablar su lengua.
Podrán vivir, podrán sobrevivir pero será muy difícil vivir una vida satisfactoria.
Serán como una persona a la que le han cortado la lengua.
Pueden vivir, pueden ir y venir pero será una vida muy dura y llena de obstáculos.
En todo el universo sólo se habla el lenguaje de yin y yang.
Quien comprende esta lengua y sabe cómo operan es como un mago que obtiene todo lo que quiere.
Cristiano obtuvo todo su éxito con trabajo duro y una dura disciplina.
Pero a los 37 años lo ponen en el banco de suplentes.
Y vuelve a su casa y entrena más duro y hace más dietas y se esfuerza el doble pero ya no le funciona su receta.
Porque no conoce yin y yang.
Pero si estudiara con nosotros podría recuperar su fuerza y velocidad, porque éstas son yang y se reciben por el alimento.
Y tal vez las pueda disfrutar hasta los 70 años.
Nosotros tenemos esta comprensión, este lenguaje, esta llave poderosa.
Pero no le damos su valor.
Tal vez sea porque la tenemos al alcance de la mano.
Pero cuando tenemos una enfermedad grave o una catástrofe financiera ahí recién nos acordamos del principio.
Y por eso los últimos serán los primeros.
Porque sólo ellos profundizarán la macrobiótica hasta tal punto que se transmutarán en maestros y maestras.
Y por eso no debemos pensar que tener desventajas de cualquier clase es una calamidad.
Porque esa desventaja es el inicio de la sabiduría infinita.
-Martín Macedo-
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