En la carrera de la vida, algunos corren con ventaja.
Y otros con desventaja.
Estas asimetrías muestran una tremenda injusticia.
Pero nuestra filosofía es la de la Justicia Infinita.
Nuestra visión debe ver más allá de las dramáticas diferencias, desventajas y desigualdades.
Nuestra filosofía ve y comprende la identidad de la ventaja y la desventaja, la identidad de débiles y fuertes, la identidad de agraciados y desgraciados.
Una mujer bella corre con ventaja frente a otra mujer que no es bella.
Un futbolista joven corre con ventaja frene a otro que ya no es joven.
Un estudiante que proviene de una familia rica estudiará en una mejor universidad que un estudiante pobre que tendrá que conformarse con una formación académica de menos calidad.
Y el que heredó una constitución física fuerte y poderosa (como la que tienen muchos famosos y muchas estrellas del deporte y del mundo del espectáculo) corre con ventaja frente al que heredó un cuerpo endeble y delgado.
Las desventajas genéticas son las más dramáticas, las que parecen más injustas, las que más duelen.
Todos queremos la máxima cantidad de ventajas.
Nadie quiere ser el último de la carrera.
Nadie quiere ser el perdedor.
Pero nuestra filosofía nos enseña a convertir la desventaja en una ventaja.
Ante todo porque comprendemos que toda desventaja incluye una ventaja.
De la misma forma que toda moneda con un número contiene una cruz.
Nuestras desventajas deben ser vistas como ventajas.
Pero normalmente nos lamentamos de nuestras desventajas y pensamos todo el tiempo que Dios o la vida han sido injustos con nosotros porque no nos han dado ni la fortaleza física de Pepe, ni la belleza de Elena ni la inteligencia de Felipe.
A corto plazo el fuerte, el que tiene la ventaja avanza incontenible.
Pero con el tiempo su ventaja termina por destruirlo.
A menos que sea una persona de gran sabiduría y humildad.
La mayoría de los que corren con ventaja acaban en una vida de excesos.
Los futbolistas famosos siempre, casi siempre compran aviones privados, yates de lujo, casas que parecen palacios y se entregan a una vida de placeres que las personas corrientes jamás conseguirían.
El yang extremo se convierte en yin extremo.
La mayor parte de los famosos acaban en el alcohol y las drogas.
Es una búsqueda de equilibrio, de paz, de tranquilidad frente a tantas presiones, tantas expectativas de sus seguidores, tanta intensidad y tanto estrés.
Excesos en la comida, la bebida, los medicamentos.
Ese yin extremo los destruye.
Esa es su desventaja.
Porque la ventaja se convierte siempre en desventaja.
Y cuanto más grande es la ventaja más rápida la destrucción.
Mientras que los que comienzan la carrera con claras desventajas deben desarrollar sus recursos internos y volverse cada vez más listos, cada vez más inteligentes, cada vez más sabios.
Y así se hacen cada vez más fuertes hasta que terminan por ganar la carrera.
Por ello en la sabiduría popular se dice que los últimos serán los primeros.
Pero nosotros ya lo sabíamos: yin se convierte en yang....siempre siempre, es sólo cuestión de tiempo.
Por ello nuestras desventajas son nuestro tesoro que con el tiempo nos otorgará la ventaja infinita.
La enfermedad es una desventaja.
La vejez es una desventaja.
La pobreza es una desventaja.
Pero cuando aplicamos nuestra visión se convierten en salud infinita, juventud eterna y riquezas fabulosas.
Pero esta sabiduría para cambiarlo todo sólo puede surgir con una dieta basada en granos enteros preparados según nuestros métodos de cocina tradicional.
-Martín Macedo-
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