Juguemos a ser dioses.
No es difícil...sólo hay que practicar.
Es muy difícil para los que no están entrenados.
Y es muy fácil para los que están entrenados.
Nadie me venga a decir que cepillarse los dientes es difícil.
La práctica lo hace fácil.
Por eso Kikuchi machacaba y machacaba..."tudo é treinamento".
El entrenamiento nos hace fuertes.
Desarrolla cualquier habilidad hasta el infinito.
Y si tenemos habilidad infinita todo parecerá fácil.
Nuestra mente personal (consciente) está íntimamente conectada con la mente universal (subconsciente).
Así que todos estamos en el mismo nivel de oportunidad.
Lo que nos diferencia es que unos comprenden y practican mientras que otros no comprenden ni practican.
Un músculo que se ejercita se hace más y más fuerte.
Cuanto más duro trabaja más fuerte y grande se vuelve.
Pero si no se lo entrena, se atrofia y pierde toda su capacidad funcional.
Así pasa con nuestra mente.
El juego consiste en definir con nitidez lo que queremos.
E imaginarlo todo el día y toda la noche con la mayor intensidad emocional que seamos capaces.
Y el tiempo se encarga de traerlo.
Paciencia infinita.
Otros ya han jugado este juego y triunfaron.
Nos dejaron un mapa de ruta.
Osho imaginó 90 Rolls Royce y los obtuvo.
No necesitaba tantos coches ni tan lujosos, pero lo hizo para que sus seguidores vieran que todos podemos jugar a ser dioses.
Kennedy imaginó que era presidente de los EEUU y que enviaría una misión estadounidense a la luna en 1969.
Ohsawa imaginó un movimiento macrobiótico mundial con miles de curaciones milagrosas.
Ahora nos toca a nosotros.
Juguemos al juego de la creación.
No esperemos a tener 90 años para empezar.
Porque la vida se pasa muy rápido.
Comencemos hoy, ahora mismo a entrenar.
Porque alcanzar un nivel de habilidad suficiente lleva tiempo.
Yo llevo más de 30 años porque empecé a practicar zazen en 1991.
Aprendí de muchos maestros de la mente al leer y volver a leer sus libros.
Define tu propósito y practica el arte de verlo y sentirlo como una realidad presente.
Porque aunque no se vea igual está.
Como el sol que no se ve en un día nublado porque las nubes lo ocultan.
Sabemos que está allí a pesar de la falta de evidencias.
Pero lo sabemos....eso se llama "fe".
La certeza de lo que se espera según San Pablo.
Si esperamos mucho tendremos mucho.
Si esperamos poco tendremos poco.
Así que no perdamos tiempo pidiendo migajas.
Porque hay muchos que se conforman con migajas y andan buscando descuentos y baratijas en los mercados populares.
Porque se sienten merecedores de baratijas.
Y allí van a buscarlas.
-Martin Macedo-
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