Vivo en el estado uruguayo.
Otras personas viven en el estado argentino.
Y otras en el estado español.
En los Estados Unidos también hay muchos estados.
Cada estado tiene sus cualidades únicas.
En algunos estados hay más libertad, en otros más oportunidades de negocios, en otros más facilidades para desarrollarse profesionalmente en un deporte.
En la casa de mi Padre hay infinitas moradas.
En el Infinito están los infinitos estados.
Y es la conciencia de pertenecer a un estado lo que me convierte en residente de ese estado.
Y te dan un cartoncito con una foto que te ancla a un estado.
Vivo en el estado uruguayo por elección personal.
Nací aquí y tengo a mis familiares más cercanos aquí.
Y siento un gran amor por esta tierra que me prestó sus componentes para mi actual biología.
Pero el estado uruguayo tiene una férrea barrera sanitaria que prohíbe que sus ciudadanos compren alimentos o productos de higiene por internet.
Ningún derivado animal o vegetal puede ser ingresado al territorio nacional para no traer enfermedades al ganado.
Sólo luego de extenuantes trámites y burocracia; y de pagar unos conceptos en materia de "habilitaciones" que valen una fortuna.
Así se desalienta el consumo de alimentos de alta calidad provenientes de Japón o Europa.
La salsa de soja orgánica de máxima calidad se vende por internet a cualquier país del mundo.
Un residente del estado peruano o mexicano puede comprar misso o umeboshi o un dentrífico elaborado en base a denti de alta calidad según se comercializa en amazon o ebay.
Paga sus impuestos a las compras en el exterior pero tiene la libertad de tener esos productos para el cuidado de su salud y para construir a salud infinita.
Pero en el estado uruguayo eso no está permitido; al buscar en amazon esos maravillosos aliados de la salud, inmediatamente aparece la advertencia: "producto prohibido por la legislación vigente en tu país".
Sólo podemos comprar ropa o teléfonos celulares por Internet o cosas que no tengan bacterias.
Cuando se quiere practicar la macrobiótica con máxima calidad, el estado uruguayo es el peor estado del mundo para hacerlo.
Porque aún pagando el 60% del valor del artículo por concepto de impuestos no lo permiten ingresar con el argumento de proteger al ganado que tiene un status de "libre de aftosa".
Para asegurar este estatus (estado) se aplica una máxima simple.
Ningún derivado animal o vegetal puede ingresar.
Así se pisotean los derechos de los residentes de este estado de comprar productos por Internet que circulan libremente en los mercados internacionales al cumplir con las máximas condiciones de higiene.
Salvemos a las vacas así los ganaderos siguen siendo el sector más próspero de este "estado".
La gente que aguante; ese es el precio de tener la mejor carne del mundo.
Entonces me estoy planteando irme a otro estado.
Este estado totalitario debe existir porque en el infinito debe haber totalitarismo, abuso y todo lo que la imaginación pueda concebir.
Pero yo deseo vivir en un estado donde acceder libremente a los mejores alimentos del mundo.
Y por eso sigo a Neville y asumo mi libertad infinita de acceder a los mejores productos del mundo.
Ya los estoy saboreando, ya lo estoy celebrando.
Aunque en algún momento deberé dejar este estado para habitar en uno nuevo donde gozaré hasta las lágrimas de la libertad de elegir la calidad de mi biología y de mi nivel de salud.
-Martín Macedo-
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