′′ Seguro que las personas que practican una alimentación vitalizante saben la importancia fundamental de la masticación. Dentro de la Educación Vitalicia, la masticación asume un papel que va más allá de los beneficios fisiológicos que ella propicia y es, sin duda, una referencia para quienes adoptaron esta filosofía y alimentación. Aunque ya se ha convertido en una jerga macro, realmente la masticación es indispensable, necesaria e irremplazable.
El proceso que se desarrolla durante la masticación sucede de la siguiente manera: tres glándulas salivares segregan una determinada cantidad de saliva que se mezcla con la comida triturada, en proporciones adecuadas. Los tres conjuntos de glándulas se llaman parótidas, sublinguales y mandibulares, que segregan saliva. La cantidad de saliva secreta en la boca varía de 600 a 700 cc durante 24 horas. La saliva contiene las enzimas ptialina, amilasa, diastasis, etc., hay miles de otras desconocidas. Las enzimas realizan la descomposición química de los almidones y los carbohidratos, convirtiéndolos en maltasis y, finalmente, en glucosa.
Yendo más profundo en los detalles, el profesor Tomio Kikuchi recomienda las siguientes proporciones de los alimentos, en cantidad y calidad: la cantidad ideal de cada pedazo es aproximadamente de 8,5 g a 9,5 g de arroz cocido para adultos, equivaliendo a más O menos, entre 130 y 150 granos de arroz cocido. La calidad de la masticación ideal (velocidad) es de 120 a 160 movimientos por minuto. Este es el patrón.
Podemos incluso, sin exagerar, decir que la masticación determina nuestro destino, así como el de quien no mastica. La masticación consciente, diaria, transforma hábitos de pensamiento y comportamiento, modificando hasta la personalidad. Por lo tanto, la masticación es, indiscutiblemente, el principio, el inicio, la auto-educación y la auto-transformación."
Escola Musso
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