Las fuerzas de la luz y las fuerzas de la oscuridad deben luchar eternamente.
Muchos analistas y expertos se esfuerzan en denunciar los macabros planes de los poderes mundiales que buscan más control sobre la población mundial usándolos como peones de un juego de ajedrez y a la vez obteniendo ganancias materiales como nunca antes se había visto.
Parece que la oscuridad se apoderó del mundo.
Las estrategias sanitarias en vez de buscar la salud y la felicidad de la gente orientan sus esfuerzos a crear más dependencia y más fragilidad.
Así se crean millones de seres que dependen del apoyo de los sistemas de salud basados en la tecnología médica.
Primero hay que quebrar sus mentes y su fisiología con la desinformación y mediante la cultura del miedo.
Creo que la oscuridad ha llegado a su punto culminante.
Se trata de una situación extrema nunca antes vista en la historia del mundo.
¿Entonces la luz y la oscuridad deben combatir brutalmente?
En realidad no es necesario.
Si entras en una habitación oscura y prendes la luz, no hay lucha; la luz simplemente acaba con la oscuridad.
Pero debe ser una luz potente, poderosa e intensa.
Porque prender un fósforo no quitará la oscuridad de la habitación.
Del mismo modo un mundo tenebroso y oscuro no es causado por algunas personas de baja calidad espiritual que sólo ambicionan poder y más poder.
Más bien se debe a que la luz no es suficientemente intensa.
Nosotros que queremos la felicidad del mundo, del planeta, la salud de Gaia no estamos dando suficiente luz.
Somos apenas unos simples fósforos.
Tenemos intenciones sinceras pero no es suficiente.
Debemos ser como grandes soles, y para eso nuestro poder lumínico debe ser inmenso y así no será necesario ningún combate.
Simplemente brillaremos, muchos de nosotros, con una gran luminosidad que acabará con la oscuridad del planeta Tierra.
Y nuestra preparación comienza con la salud infinita.
Porque la mejor forma de combatir el cáncer no es con terapias o hierbas.
La mejor forma de acabar el cáncer es creando la salud infinita.
Nosotros no podemos permanecer neutrales porque no existe algo así como la neutralidad.
O somos luz o somos ausencia de luz.
Y si somos luz debemos ser una luz infinita.
De otra forma nuestra luz no será útil.
Porque somos infinitos y no podemos esperar menos que eso.
Y así acabaremos con la gran oscuridad sin violencia ni guerras.
Simplemente dar una luz infinita.
Y para eso necesitamos la salud infinita.
Y el lugar de entrenamiento es los sábados al mediodía en nuestro magnífico club que integra luces de todos los países.
-Martín Macedo-
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