Paso a paso se logran todos los sueños.
Palabra por palabra se escriben todos los libros.
Y se construyen los mejores discursos.
Un ladrillo encima de otro ha construido los palacios más hermosos del mundo.
Limpiando una célula y luego otra creamos la salud infinita.
Lo pequeño es tan importante como lo grande.
Porque voto a voto se gana una elección.
Y leyendo una página y luego otra se alcanza la erudición.
Lo grande no puede ser grande sin lo pequeño.
Porque lo grande y lo pequeño tienen la misma esencia.
La misma información.
Y fueron creados por la misma inteligencia infinita.
Un pequeño feto en el vientre de su madre.
Vale tanto como un hermoso niño que va al colegio en su bici.
O como el gran empresario que ese niño será en 30 años.
Una hora de entrenamiento no hace a un gran campeón.
Pero es el primer paso hacia la copa del mundo o hacia una medalla olímpica.
Un sólo bocado de arroz no cura a nadie.
Pero puede ser el comienzo de una dieta de 10 días.
O de 30 días.
O de 40 años que es el tiempo en que los grandes maestros alcanzan su madurez y su máximo brillo.
Por eso este momento es tan importante.
Porque la vida son momentos.
La calidad del momento hace la calidad de la vida.
La calidad de la palabra hace a un sabio.
La calidad de la lectura aumenta la inteligencia o la confunde.
Si deseas alcanzar la salud infinita.
Debes ser como el que paso a paso se propuso llegar a Roma caminando.
Tiene en mente la imagen de su destino deseado.
Cuida cada paso porque si se apresura y se cae se puede fracturar.
Por eso cada paso es tan importante.
El primero es tan importante como el paso final hacia la cima.
Paso a paso con voluntad de hierro.
Sintiendo la alegría de la inevitable llegada.
A las altas cumbres que hemos venido a conquistar.
-Martín Macedo-
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