lunes, 5 de octubre de 2020

Como es adentro es afuera

Como es adentro es afuera.
Esta es una verdad absoluta.
Lo de "afuera" es visible, pero lo de "adentro" es invisible.
Todos pueden ver una bonita casa por fuera.
Pero pocos pueden verla por dentro, conocer sus detalles más íntimos.
Por esa razón está la realidad de "fuera" y la realidad de "dentro".
Si quisiera ayudar a un amigo para que deje de fumar y lo encierro en una casa donde no puede encontrar cigarrillos y le digo...."es por tu bien, más adelante me agradecerás"....
Y así pasa un mes sin fumar.
Por fuera no ha fumado.
Pero por dentro sigue siendo un fumador.
Porque no desea dejarlo ahora, sólo está maniatado.
Pero apenas lo libere de su encierro irá a comprar cigarrillos.
Porque por dentro nunca dejó de ser un fumador, a pesar de esa reclusión hecha a la fuerza.
La única forma de que un fumador deje de serlo, es cambiando su estado de conciencia, su estado mental, sus objetivos y sus creencias.
Pasa lo mismo con las enfermedades crónicas.
El médico opera y quita un pólipo del intestino.
La realidad externa indica "salud" ...ya no hay pólipo.
Pero como no ha sido modificada la realidad interna, la mentalidad que crea pólipos sigue intacta.
La enfermedad no ha sido tocada en su esencia.
Las mismas creencias, la misma mentalidad de "que la vida es corta y hay que disfrutar porque todos nos vamos a morir tarde o temprano" o "todavía no está demostrado científicamente que comer achuras de oveja genere pólipos".
El alma que fabrica pólipos no ha sido curada.
Entonces esa realidad, ese estado de conciencia generará nuevos pólipos el año siguiente o en dos años.
Ohsawa insistía tanto en sus escritos: "primero hay que curar el alma y luego la enfermedad física, porque si curamos sólo la enfermedad física habrá recaídas en forma inevitable".
Llegar al alma del consultante, tocar su corazón, encender la pasión por una vida saludable, es el verdadero arte de un médico.
Un buen técnico puede extirpar tumores con una habilidad infinita.
Pero el bisturí no puede cortar el miedo ni la auto desvalorización que constituyen la esencia del problema.
Entonces recae.
Y le dicen que su problema es genético y que lo único que se puede hacer es controles frecuentes para "agarrarlos" a tiempo.

-Martín Macedo-

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