“Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo”.
Son palabras de Shakespeare.
Es una poderosa verdad.
Sólo hay energía inteligente en el universo.
No sólo el agua es inteligente como demostró Masaru Emoto.
Todo es inteligente, hasta la piedra, hasta el acero.
Estamos hechos de una sustancia mágica, sagrada.
De energía primordial.
Esta energía toma la forma que se le “ordena”.
Por eso es necesario ordenar nuestra dieta, nuestras emociones y nuestras vidas.
Si aprendemos a comunicarnos exitosamente con esa energía primordial, tomará las mil formas que deseemos y tendremos la felicidad eterna a la que se refería Ohsawa.
Por eso a todos mis amigos y “pacientes” les animo a confeccionar una lista de objetivos.
Y a poner “salud de hierro” o “salud absoluta” como primer objetivo y con fecha de vencimiento.
Y a leerla en alta voz cada mañana sin fallar jamás.
Para que el Padre se entere de lo que deseamos y de inmediato comience a mover la materia de los sueños en la dirección de nuestros deseos y así vivir la vida gloriosa y breve a la que hace mención Shakespeare.
-Martín Macedo-
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