lunes, 23 de enero de 2023

La luz y la oscuridad viven juntas y se alimentan mutuamente.

 Recientemente leí una publicación que pronostica graves eventos para la humanidad en el año 2023.

Entre otras calamidades menciona pérdida de libertades individuales debido a una mayor necesidad de control por motivos sanitarios, suba de los precios de las materias primas, deterioro de la calidad de los alimentos con el aumento de las semillas transgénicas y reemplazo de los alimentos de origen animal por carne de insectos.
Una poderosa élite impondrá reglas más y más duras con el pretexto de combatir el cambio climático y las enfermedades epidémicas (pasaporte sanitario).
Obviamente la humanidad quedó asustada con los eventos recientes que afectaron a todo el planeta pues ningún país se salvó.
El temor generalizado, mundial, es el terreno perfecto para crear más temor y así crear una espiral de negatividad que se maneja fácilmente por parte de una élite que controla los medios y la opinión pública.
En la medida que leía ese informe, una parte de mí sentía más y más preocupación (ego) mientras que otra, (intuición) que estas personas que escriben cosas tan pesimistas, están profundamente enfermas.
Su mente está llena de negatividad y alimentan el miedo a través de su gran poder de análisis y su habilidad para comunicar.
Están llenas de veneno y desparraman veneno rápidamente aprovechando las facilidades de las redes sociales.
Entiendo que su intención es buena porque nos animan a que nos preparemos, que juntemos agua de la lluvia (por la escasez de agua potable) y que almacenemos semillas y granos en envases herméticos.
Estos expertos en catástrofes viven en un futuro que aún no llegó.
Son incapaces de ser felices en el ahora, en el único momento en que podemos ser felices.
Contaminan el ahora, el momento presente con imágenes de horrores futuros.
Convierten el día de hoy lleno de belleza y maravillas en una película de terror.
Mi intuición me dice que estas personas están muy erradas y muy enfermas.
Pero mi ego me dice que (por si acaso) vaya a juntar agua y semillas y que me construya un búnker.
La luz y la oscuridad viven juntas y se alimentan mutuamente.
Además se alternan.
Estas personas son incapaces de ver la luz.
Sólo ven dramas y horrores.
Están profundamente convencidas de que el mundo es un infierno.
Pero nuestra visión basada en yin y yang nos muestra otro panorama.
Nos enseña que todo tiene frente y dorso.
Si el dorso es muy grande también será muy grande el frente.
Si vienen granes crisis, grandes catástrofes....también habrá grandes descubrimientos, grandes cambios en la conciencia, gran desarrollo espiritual y aparecerán personas heroicas que trabajarán por la salud del planeta.
Cuando la noche se profundiza es porque se acerca un nuevo día.
Cuando el invierno se pone muy crudo es porque se aproxima un cambio de estación.
Cuando la maldad alcance el cenit aparecerán las llaves para transformarlo en el mayor bien.
Cuando el yin se vuelve extremo se convierte en yang.
No tengamos miedo.
Si vienen las crisis también vendrán los cambios.
Y nos haremos fuertes y nuestra sabiduría nos guiará en medio de la tormenta.
Comprenderemos que somos dioses y diosas dormidos, hechos de inteligencia infinita.
Y la inteligencia infinita no puede ser derrotada.
Y detesta el aburrimiento.
Y por eso se disfraza de villanos terribles para llevar las emociones a su tope.
Como una gran producción cinematográfica.
Que gana todos los premios de la academia.
Y como quiere seguir ganando, se pone inmediatamente a crear un nuevo drama.
La más fantástica historia necesita a los más crueles villanos y los más grandes héroes.
Para volver a empezar todo una vez más.

-Martín Macedo-

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