miércoles, 10 de agosto de 2022

Una de las grandes llaves hacia la salud infinita

 He conocido muchos practicantes de macrobiótica tanto en Europa como en Sudamérica.

Generalmente los practicantes son delgados y muy vitales pero hay un porcentaje considerable que no consigue bajar de peso a pesar de aparentemente tener una práctica consciente y disciplinada.
Estos estudiantes tienen una constitución genética muy yang, huesos grandes y fuertes.
Sin embargo se los ve cansados y se mueven lentamente, con poco entusiasmo.
Algunos incluso practican regularmente la dieta más estricta de 100% cereales, pero luego de una ligera bajada vuelven a recuperar el peso anterior.
Me gustaría poder ayudarlos porque soy consciente de que lo intentan una y mil veces.
Alguien me ha dicho que estos casos se deben a causas "hormonales" pero yo tengo un punto de vista diferente.
La causa de esta dificultad aparentemente física o genética es mental.
Porque todo es mente, vivimos en un universo mental como enseña sabiamente el Kybalion.
La salud es mente, la enfermedad es mente, los problemas son mente.
Porque la mente es la raíz de la forma.
Si no nos gusta la forma, debemos ir al origen de la forma que es la mente.
En el caso de las personas que no consiguen bajar de peso a pesar de hacer una macrobiótica bien aplicada y enfocada, la causa de esta situación naturalmente debe situarse en la mente.
El sobrepeso es yin, es un proceso de dilatación, de relajación.
Eso es bien claro a nivel físico, ya que un mayor volumen es yin mientras que menor volumen es yang.
Pero el origen está en un pensamiento yin.
La mente no ha hecho un pacto fuerte.
Ni ha tomado una decisión fuerte.
En la mente de estas personas la gratificación es más importante que alcanzar un peso saludable.
En sus mentes hay una inversión de las prioridades.
Si pienso que gratificarme con algo rico es la mayor de las glorias y lo afirmo y lo declaro con total convicción, la boca tendrá la misma ligereza para dar paso a los alimentos que expanden el cuerpo.
La salud infinita y el placer infinito no están en conflicto.
No es uno u otro.
Es simplemente un tema de proporción.
La parte principal es la salud infinita y la parte complementaria es el placer infinito...y así todo es placer infinito.
Pero en las personas fuertes que tienden a acumular kilos, su yang interno crea deseos más fuertes por yin.
Para ellos el pacto es más difícil.
Para ellos el placer infinito es principal y la salud infinita es secundaria.
No hay ningún conflicto sino una simple inversión de los valores.
Cuando la mente reordene estos valores, estas prioridades.... se podrá comer todo lo que más nos gusta pero con una nueva sabiduría para establecer la proporción y la cantidad justa.
Una de las claves para el éxito es masticar más.
Muramoto lo explica magistralmente en sus libros.
Nos dice que si no se consigue bajar de peso a pesar de comer saludablemente se debe masticar más.
Mastique 50 veces cada bocado y verá un resultado.
Pero si con 50 veces no baja entonces que mastique 100.
Y si con 100 no se ven cambios que mastique 150.
La solución es masticar más y más hasta yanguizar a fondo el bolo alimenticio y así yanguizar todo el cuerpo, todas las células.
Pero para masticar en forma poderosa primero debe hacer un pacto en la mente, una decisión poderosa.
Que siempre arranca en la mente.
Yo no mastico para estar delgado.
Lo hago para mejorar mi lucidez mental y mantener una fuerte vitalidad.
La masticación es una dinamización, es algo muy poderoso que despierta la sabiduría y la espontánea percepción de nuestra grandeza.
Incluso Jesús lo recomienda así en el evangelio de Tomás.
Muramoto lo enseña en sus libros y lo sugirió para vencer el miedo.
Masticar quita el miedo...decía...si ud tiene miedo al SIDA mastique más y más hasta que no quede miedo.
Pero la gente no lo entiende y cree que esto es perder el tiempo.
Pero si lo practicamos durante una semana o diez días comprenderemos que es una de las grandes llaves hacia la salud infinita.

-Martín Macedo-

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