Siempre debemos recordar que la imaginación tiene poder creador.
Todas las formas fueron primero imaginadas.
Todos los seres humanos poseen ese poder de imaginar y por lo tanto el poder de crear.
Tanto los orientales como los occidentales, tanto los hombres como las mujeres, tanto los santos como los pecadores.
Un hombre en prisión lleno de ira y resentimiento, puede día y noche imaginar su venganza con todos sus detalles.
Y como tiene mucho tiempo libre, puede dedicar la mayor parte de éste a visualizar cómo destruye a su enemigo, o al que lo puso en prisión.
La venganza comienza en la mente, el derramamiento de sangre primero es mental.
Cuando mostramos nuestra felicidad en las redes sociales, por ejemplo en un viaje de placer o celebrando una reunión familiar llenos de alegría o el nacimiento de un bebé, muchos podrán compartir nuestra felicidad, pero también otras personas podrán sentir mucha envidia de que nos vaya tan bien.
Como en las redes sociales se puede llegar a miles de personas en segundos, se puede crear una corriente de negatividad muy poderosa proveniente de las personas a las que les gustaría vernos en la desgracia.
La imaginación es el ejercicio de la libertad infinita, porque podemos imaginar cualquier cosa.
Y debería ser el entrenamiento más importante de nuestra vida.
Pero nadie la entrena y por eso crean por defecto sus mayores temores.
Además nadie puede elegir imaginar o no, ya que todos imaginamos porque es la actividad normal de todas las mentes.
Cuando esta imaginación se une a la emoción, es sólo cuestión de tiempo hasta que se materialice.
Por eso si mostramos algo hermoso, los que no lo tienen comenzarán a desear que lo perdamos porque es más fácil intentar destruir la felicidad ajena que crear la propia.
Por lo tanto en mi opinión no es conveniente mostrar todos nuestros logros felices en las redes sociales para no estimular a algunas mentes a que trabajen con su imaginación para vernos perdiendo lo que ellos no consiguen a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas.
Pocas personas comprenden lo poderosa que es la imaginación tanto la propia como la ajena.
Cuando comprendemos nos enfocaremos en crear amablemente tanto para nosotros como para las personas a las que podamos ayudar.
Tal es el Orden del Universo; primero se crea en la mente y luego en el mundo.
Por ello cuando logremos la salud infinita no lo publiquemos abiertamente en las redes, porque los envidiosos intentarán derrumbarla usando su imaginación.
Ya que no hay mayor gloria en este mundo que la salud infinita.
-Martín Macedo-
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