Los cálculos pueden curarse en tres días tomando tamari, una gran cucharada sopera por día. Con eso se limpian los riñones y la vejiga. El Sr. Dugast de París, llegó por casualidad a nuestro restaurante en París y luego de una semana me llamó por teléfono diciendo: “es extraño, esta mañana oí un pequeño ruido en el orinatorio y allí había una decena de pequeñas piedras”. Pero antes de eso había eliminado una porción de residuos, pero sin ruido, por eso no se había dado cuenta. Desde entonces guarda sus recuerdos en una cajita. Se curó sin saberlo, mientas que Montaigne lo ignoraba en su gran castillo.
- ¿Perdón maestro, hay que tomar el tamari puro o mezclado con el arroz?
G.O. – No importa cómo, basta con una cucharada. Se puede tomar en dos veces o emplearlo en la cocina. Pero la cantidad elimina los cálculos. ¡Es divertido! Si uno consulta a un médico, éste lo opera de inmediato, y a veces inútilmente. A veces, la piedra en los riñones tiene forma arbórea o de coral y extirpan todo el riñón. Si se trata de una persona de edad es fatal. Si uno es joven y yang se puede perder todo un riñón, pero si ha sobrepasado los 50 años, es imposible. Con una cucharada de tamari tomada todos los días, los cálculos se disuelven y desaparecen en una semana.
¿Y para la vesícula biliar?
Es lo mismo, la causa es la misma. Se trata de solidificación de un líquido por causa de ácidos amínicos o las vitaminas.
Durante la cura de tamari, hay que hacer la cura de arroz?
G.O. – Si nº7 sin sal, y se eliminan todos los cálculos en un mes, pero agregando una cucharada de tamari, en una semana o tres días; es milagroso y uno está enseguida aliviado.
El Sr Dugast sufría desde hacía 30 años. Ahora anda muy bien. Lo vi no hace mucho y le manda muchos saludos amistosos.
G.O.- Bien. También sufría de eczema y de picazones durante toda la noche. Por tal motivo, la esposa lo quería dejar. ¡Él era muy agresivo…el más agresivo del mundo! En su trabajo los empleados le temían. El eczema desapareció en una semana, por eso se extrañó y mostró interés y mucho entusiasmo. Pasaron dos o tres meses y hubo un cambio, una transmutación total de su personalidad. Todos los que lo conocían estaba sorprendidos. Ese dictador que a todos regañaba noche y día con un rostro terrible por causa de su enfermedad, ahora se ha vuelto muy feliz con su mujer.
Conferencias de Georges Ohsawa, Saint Medard de Guizieres - 1964
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