¿Dónde está la voluntad de hierro?
¿Por qué no se expresa?
¿Por qué lo hace nuestra pereza?
Un guerrero y un perezoso conviven como gemelos en nuestra naturaleza.
Cuando decimos que Juan es un perezoso, no estamos negando que su guerrero exista, sino más bien que está dormido.
Hay mucha gente dormida, la humanidad está dormida dicen algunos maestros espirituales.
Juan no es perezoso, sino que su lado perezoso se expresa más activamente que su lado diligente.
Como es perezoso no progresa en su trabajo, tiene muchos problemas económicos y no consigue relacionarse bien con sus hijos que siempre se quejan de la apatía de su padre.
A Juan le gustaría convertirse en un guerrero para que su vida progrese pero a pesar de intentarlo una y otra vez siempre es derrotado por el incorregible perezoso que lo domina y controla.
¿Cómo podemos ayudar a Juan?
¿Con alimentos naturales?
Pero hay mucha gente macrobiótica, que se alimentan cuidadosamente y tienen una profunda pereza.
No les gusta cocinar, no vienen a los talleres, no desean aprender a preparar excelentes platos.
Sólo les gusta comerlos.
Ayer leía a Kikuchi......¿por qué Japón creció tan rápido luego de la segunda guerra mundial?
Ellos pasaron mucha hambre, mucho frío, faltaba todo, su estado era miserable.
También Italia, Alemania...los países que perdieron la guerra pasaron mucha hambre, miseria, carencias materiales.
Sin embargo 20 años después se convirtieron en potencias industriales, científicas con un gran desarrollo económico.
Sobre todo Japón y Alemania tuvieron crecimientos explosivos.
No es suficiente con una dieta nutritiva......la educación tradicional también enseña que las dificultades y las pruebas duras son necesarias para fortalecer nuestro aspecto guerrero, diligente y emprendedor.
Pero si vivimos en entornos cómodos y convenientes nos volvemos perezosos, apáticos y sin ambición.
La educación macrobiótica, en las escuelas que siguen las enseñanzas del fundador valoran mucho un entorno difícil porque es allí donde aflora nuestro lado valiente que despliega una voluntad de hierro.
Las facilidades de la vida moderna nos vuelven más y más yin.
Las dificultades fortalecen nuestro lado infinito.
Por eso lo que Juan necesita para dejar de ser perezoso y convertirse en un guerrero admirado y en un hombre de valor es salir de su zona de confort y pasar a otro entorno más desafiante, más difícil, porque sólo estando constantemente en un entorno difícil surgirá ese yang infinito que está dormido en todos nosotros.
Y por eso la sabiduría infinita nos envía a todos de vez en cuando algunas pequeñas y grandes calamidades para que funcionen como los despertadores del genio que duerme dentro de nosotros.
Y por esa razón en al Japón tradicional se enseñaba a los niños que deben agradecer las dificultades.
Porque sin dificultades no hay crecimiento.
Sin dificultades no hay crecimiento ni del cuerpo ni de la mente.
Sin dificultades todo se corrompe y degenera.
Por esa razón los países que tienen condiciones económicas o naturales más favorables son los que tienen las tasas más altas de cáncer.
Y hacia allí van los maestros espirituales de Asia para enseñarles que deben salir de sus entornos tan cómodos para experimentar la felicidad y realizar sus destinos.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario