Todo está dentro de ti.
Pero no lo puedes ver con los ojos físicos.
La medicina ha creado máquinas para ver dentro del cuerpo.
Pero no se ve el alma, ni la inspiración ni la voluntad de hierro.
En este mundo de dualidad los opuestos conviven y de esa convivencia surge una retroalimentación.
El cuerpo finito coexiste con la mente infinita.
Cuando el cuerpo se fortalece mediante el entrenamiento, la mente se aclara y se vuelve más práctica.
Cuando la mente se llena de contenidos e ideas felices, la sangre y las células lo celebran como si fuera una gran noticia.
Durante la meditación y otros ejercicios espirituales, cerramos los ojos para poder "ver" la dimensión infinita con el ojo de la imaginación.
Podemos imaginar una salud excelente, un cuerpo vigoroso y de bellos contornos, viajes a lugares de ensueño, una familia dichosa y una agradable convivencia con las personas que amamos.
En el mundo infinito está todo lo que deseamos, en cantidades fabulosas, tanto que no nos darían las manos para recoger tal cantidad de regalos.
Pero la mayor parte de las personas salen al mundo visible a luchar para conseguir lo que quieren....y en esa lucha muchas veces hay enfrentamientos y guerras.
Viven en la lucha porque creen en la lucha.
Lo han escuchado tantas veces de los mayores, profesores, dirigentes sindicales y clérigos que terminan por aceptarlo...todo es lucha, todo es muy difícil y no hay suficiente para todos ....y sobre todo en este momento que el mundo está sobre poblado.
Cuando aprendemos a movernos en ese mundo infinito comienza la magia....
Comienza la fiesta.....
Comienzas a pedir cosas más y más grandes....
Y comienzas a recibir y quieres compartirlo con todos tus amigos.
Pero muchos no creen.....sus mentes se cierran y prefieren el camino de la lucha en las prisas del mundo finito.
Entonces la mejor forma de convencerlos es extraer grandes cantidades de riquezas desde el reservorio infinito.
Extraer desde allí, la salud infinita.
La felicidad eterna.
El éxito total en los emprendimientos.
El amor infinito que nunca disminuye.
Porque después de todo, lo único que debemos hacer es aprender a enfocar nuestra energía con suficiente poder y persistencia hasta que las frecuencias cambien y se condensen en formas palpables.
Este tipo de magia es el que empleamos para curar todas las enfermedades.
Comienza con creer que es posible.
Porque hay un poder infinito dentro de cada uno de nosotros.
Pero no sabemos todavía cómo debe usarse.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario