jueves, 16 de septiembre de 2021

Hay un gigante dentro nuestro que todos debemos despertar

 Hay un gigante dentro nuestro que todos debemos despertar.

Este despertar es lo más importante de nuestra vida y cuando pasa mucho tiempo y duerme y duerme....la sabiduría infinita se vale de medios a veces brutales para que ese grandioso momento ocurra.
Incluso una enfermedad, una gran pérdida o un gran fracaso.
Os pondré un ejemplo que me encantó.
Un niño italiano vivía con sus padres entregado a las tareas rurales, en un viñedo...y así creció sin casi poder estudiar debido a que eran muy pobres y necesitaban que todos los niños trabajaran en la producción de las uvas.
Cuando mayor también ayudaba a reparar los tractores y en poco tiempo como le gustaba el oficio se convirtió en un hábil mecánico de tractores.
Su nombre era Ferruccio Lamborghini.
Años después debido a su tenacidad logró abrir una modesta fábrica de tractores para las labores rurales.
Un gran progreso para un niño pobre que no pudo más que cursar estudios básicos!
Debido a su gran determinación y su pasión por los motores consiguió comprar un Ferrari a buen precio y lo estudió detenidamente.
Y descubrió que ciertas piezas del motor de estas magníficas máquinas se hacían con elementos de poca calidad, la misma que se usaba para fabricar los tractores que él reparaba.
Entonces fue a visitar al fabricante de los lujosos Ferrari.....llamado Enzo Ferrari.
"Hola Enzo!... deberías usar piezas de mejor calidad para fabricar tus motores"
Y Enzo no recibió con agrado esta crítica...."un fabricante de tractores no va a venir a decirme a mí cómo fabricar mis autos".
Y a Ferruccio Lamborghini le cayó muy mal este comentario.
Fue la chispa que despertó al gigante.
A partir de ese evento, Lamborghini trabajó día y noche con sus mecánicos para crear un auto más espectacular y lujoso que los Ferrari.
Así surgieron los super autos Lamborghini.
El gigante dormía y dormía mientras luchaba con sus tractores.
Entonces la sabiduría infinita "permitió" ese encuentro entre los dos gigantes Ferrari y Lamborghini para que el último despertara.
Si no hubiera sido por esa respuesta arrogante y chocante de Enzo, Ferruccio no hubiera encontrado su gran talento.
Por eso a veces nos pasan cosas duras y pensamos que se debe a errores del pasado o deudas kármicas.
Pero es mucho más probable que sea la mismísima sabiduría infinita que se vale de los medios más directos y a veces brutales para que despertemos.
Porque la vida es tan corta y emocionante.
No vale la pena malgastarla en un empleo sin significado para nuestra alma.
No hay mayor desperdicio que vivir sin cumplir nuestra misión.
Por eso siempre debemos agradecer y como dicen algunos motivadores ....preguntarnos ¿para qué estoy teniendo esta experiencia?.

-Martín Macedo-

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