jueves, 12 de diciembre de 2019

Toda emoción mal canalizada genera un síntoma en el cuerpo

¿Cuánta amargura, se necesita para que se convierta en diabetes? ¿Cuánta soledad, rencor o insatisfacción se requiere para manifestar un cáncer?
¿Cuánta ira, se precisa para que se convierta en gastritis? ¿Cuántas emociones no digeridas necesitas, para que se convierta en problemas estomacales? ¿Cuántas palabras no dichas y guardadas te has callado, para que se transformen en problemas en tu garganta o tiroides?
¿Cuántas insatisfacciones, son necesarias para que se originen las infecciones? ¿Cuánta falta de amor, se requiere para que se genere una dermatitis? ¿Y cuál será la dosis de abandono, para la obesidad? ¿Cuánto dolor y emoción seguirás guardando para que tú cuerpo lo manifieste en fibromialgia?
Toda emoción o sentimiento mal canalizado causa una enfermedad y despierta un patrón repetitivo emocional ancestral dormido. ¿Cuánto tiempo más quieres esperar para resolver eso que es importante resolver en tu vida?
¿En dónde está tu límite para decir “ya basta”, y tomar acciones reales, concretas, para cambiar esa historia que te lleva al hartazgo de tu vida?, porque sabes que esas situaciones no cambiarán solas, pero si te vas dando cuenta que con el tiempo si van empeorando.
Atrévete a realizar el cambio que necesitas, que te permita cambiar esa percepción que hasta ahora tienes y puedas fluir como el agua viva, y recuperar la chispa de vida que está dentro de ti.

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