En 1950 Linus Pauling profetizó que "la medicina del futuro será la óptima nutrición".
Y su visión fue exacta.
Ha llegado el tiempo de la óptima nutrición.
Cuando una idea cobra suficiente fuerza e impulso crea una conmoción mundial.
Un efecto dominó que una vez que empieza es imparable.
La marea de los cambios llega y barre con todo lo que ya ha envejecido y caducado.
La medicina basada en fármacos está caduca y decadente.
Parece fuerte, pero hay una nueva idea en la mente colectiva; la gente sale a buscar alternativas, porque ha llegado el tiempo profetizado por Linus Pauling.
En todas partes del mundo la gente sale a buscar alimentos orgánicos, busca opciones saludables cuando sale a comer fuera y consulta a expertos en nutrición.
Sin embargo la humanidad ha vivido durante miles de años en los niveles de juicio más bajos (sensorio y sentimental).
Los más elevados alcanzan el nivel intelectual (lógica científica).
Pero faltan otros tres niveles.
El cuarto nivel de juicio (intelectual) es aún muy limitado para conducir al mundo hacia la felicidad.
La ciencia no ha tenido éxito en traer salud a las personas.
Nos ha hecho la vida más fácil y cómoda; nos ha permitido movernos más rápido y ha traído emoción y grandeza a muchos pueblos.
Pero la salud ha declinado.
El bienestar se ha convertido en malestar.
La confianza en la medicina se ha transformado en miedo a los médicos.
La gente ya no confía en sus médicos.
Los consulta cuando hay razones de fuerza mayor.
Entonces muchos empiezan a improvisar con la nutrición.
Y lo hacen en base al cuarto nivel de juicio.
Este alimento es muy bueno porque tiene hierro.
Este otro es rico en grasas saludables.
Este tiene mucha vitamina A.
Y este otro es muy rico en omega 3.
Y así muchas personas comienzan cambios profundos en sus hábitos pero basándose en estos conceptos académicos.
Comienzan a consumir levadura de cerveza, aceite de coco, arándanos, bayas de goji, kefir y kombucha.
Siempre los argumentos que mueven a su consumo es basándose en el nivel de juicio intelectual.
Pero no se toma en cuenta el Orden del Universo.
Entonces las dietas fracasan.
La salud mejora un poco pero aparecen nuevos problemas.
Y se intenta resolveros con más vitaminas, más minerales, más grasas.
El Orden del Universo es algo tan inmenso, tan grande y tan poderoso que muchas personas no consiguen percibirlo....es como alguien que respira y consume litros de oxígeno y gases atmosféricos durante toda su vida y no siente ni la más mínima gratitud ni emoción por el milagro de la atmósfera terrestre ni se interesa en saber cómo está constituida ni cómo se mantiene ahí sin modificaciones para que pueda sostener la vida durante tantos miles de años.
La medicina oficial no toma en cuenta el Orden del Universo, no le interesa yin y yang...cuando intenté hablar del tema con otros colegas durante mis estudios se les transformaba el rostro, porque el tema les causaba un profundo rechazo, como algo descabellado y caduco (excepto algunos casos puntuales que sentían una gran atracción por el tema pero no se animaban a expresarlo abiertamente por temor a no encajar con el status médico oficial).
El Orden del Universo es algo tan inmenso, tan precioso y tan poderoso que me sedujo de tal modo que dediqué mi vida a profundizarlo y a estudiarlo.....y ahora ya llevo casi 40 años de intensos estudios y prácticas y realmente siento que es la mejor decisión de mi vida...es tan grande la felicidad que siento, tan grande el poder de sus aplicaciones prácticas, tan grande el poder para curar enfermedades difíciles que seguiré y seguiré hasta el último aliento porque este Orden es tan grande que se necesitan muchas vidas para profundizar todos sus secretos.
-Martín Macedo-
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