En el mar hay abundancia de peces.
Pero sólo los que saben pescar pueden gozar de la abundancia de pescado.
Los que no saben pescar se quedan mirando pero no comerán a menos que lleguen a un arreglo con los pescadores.
En la librería hay abundancia de libros, pero sólo los que saben leer podrán gozar de la abundancia de lecturas.
En las zonas rurales hay abundancia de aire puro y limpio, pero la mayor parte de los trabajadores rurales fuman tabaco durante la mayor parte de sus horas de vigilia.
El sol nos llega generosamente, pero muchas personas que creen que causa cáncer, huyen del sol y se embetunan con protector solar.
Hay grandes cantidades de dinero circulando por el mundo pero sólo una minoría puede obtener todo lo que desea para sus necesidades personales.
Entonces la pobreza es una elección personal.
Si no estudiamos, si no perfeccionamos nuestras habilidades, si no sanamos nuestros bloqueos seguiremos pobres por muy duro que trabajemos y por mucho que roguemos a Dios por prosperidad y tiempos de bonanza.
La abundancia económica es algo muy deseable.
Pero nos enseñaron que el dinero es el origen de todos los males.
Y que el dinero no hace la felicidad, y que se trata del vil metal y otras creencias que crean conflictos con el dinero.
La mayor parte de las personas sienten que obtener dinero para satisfacer sus necesidades es algo duro y doloroso.
Si un pescador está en el muelle y siente que pescar es algo duro, difícil y doloroso no disfrutará de la experiencia y obtendrá pocos peces.
Pero el que va a pescar por diversión y disfruta de la práctica se sentirá entusiasmado y obtendrá muchos más peces.
Personalmente no pesco ni como peces porque siento cierta crueldad en la captura de estos hermosos animales.
Pero el ejemplo apunta a que si no sabemos relacionarlos con la abundancia, la única experiencia posible será la pobreza.
Nuestra mayor caña de pescar es nuestra mente y ésta necesita constante ejercicio y desarrollo.
La sabiduría es la llave que resuelve todos los problemas de salud, económicos, de relaciones entre las familias y naciones.
Por eso la lectura, la meditación y el estudio son tan importantes.
Muchas personas dejan de leer cuando obtienen su graduación en la universidad y consiguen un buen empleo.
Se concentran en trabajar y ganar dinero.
Y leen poco o nada porque leer no es un trabajo que dé rentas directas.
Y así la inteligencia comienza a perder su poder.
La salud declina por falta de cuidados.
Y la sabiduría se apaga.
La gente comienza a funcionar en base a programas inconscientes de escasez.
Y todo se pone duro y difícil.
Y así se esfuman las esperanzas en una vida rica y próspera.
Por eso los libros son una gran bendición.
El mayor antídoto contra la pobreza.
.Martín Macedo-
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