El grano de trigo debe cambiar de estado si quiere convertirse en pan.
No puede ser grano y harina al mismo tiempo.
Debe salir de un estado y entrar en otro estado.
Debe "morir" al estado de grano y "renacer" como harina fresca.
Los humanos pasamos por procesos similares.
Para salir del estado de enfermedad y entrar en el estado de la salud brillante hay que dar un gran salto.
El viejo yo débil y enfermo debe morir para dar nacimiento al nuevo hombre fuerte y saludable.
Pero muchas personas siguen apegadas a su estado anterior y no consiguen entrar en el nuevo estado.
Y así no consiguen curarse totalmente a pesar de comer alimentos orgánicos preparados con esmero y dedicación.
Cambian sólo en la superficie.
Cambian su dieta pero no cambian sus creencias.
Siguen yendo a misa los domingos.
Siguen creyendo que los virus son sus enemigos.
Y que el frío los puede enfermar.
Anhelan con añoranza las prácticas antiguas y me preguntan si el día de su cumpleaños pueden comerse un "pollito".
Su alma sigue enferma.
Sus programas erróneos siguen intactos.
No consiguen matar el viejo yo con sus antiguos temores, creencias limitantes y pasiones tóxicas.
Esperan que la cura venga desde afuera y siguen consultando terapeutas y expertos en medicinas alternativas.
Para renacer hay que morir completamente al viejo "yo".
El feto debe dejar el útero materno y olvidarse de su hermosa casa.
Ni siquiera se lleva una fotografía de esos tiempos felices.
Muere al estado fetal y renace como un bebé humano.
El 2018 se terminará y vendrá el 2019.
Si no damos vuelta la página nunca terminaremos el libro.
El gran libro de la vida...que nos obliga a soltar y dejar atrás los estados evolutivos inferiores para acceder a los estratos superiores.
Se trata de la aventura más emocionante del mundo.
Y es el destino de todas las almas.
-Martín Macedo-
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