El ser humano desea ser feliz por naturaleza; sin embargo, muchas veces ese mismo deseo puede ser un obstáculo e incluso, como sucede en nuestra época, una vulnerabilidad que puede ser explotada. Para muchas personas, actualmente la felicidad está ligada conceptualmente a la riqueza y el éxito. Se cree que si solamente se pudieran resolver los problemas materiales o, más aún, tener la solvencia para adquirir productos y experiencias, entonces uno podría ser feliz y encontrar la satisfacción plena. No obstante, esta búsqueda suele ser efímera. La felicidad, o al menos el bienestar, parece ser algo menos complicado.
Evidentemente, para cada persona existen diversas cosas que pueden ayudar a encontrar significado, paz y dicha. Sin embargo, hay dos cosas que pueden generalizarse en este sentido: hacer ejercicio y tener amigos íntimos son dos condiciones que hacen que cualquier persona tenga una mayor calidad de vida, tanto en su percepción de bienestar como en su salud física.
Un estudio reciente realizado por investigadores de Yale y Oxford indagó los hábitos de más de un millón de personas. En la investigación, un grupo de voluntarios dio información sobre sus hábitos de actividad física y su sensación de bienestar mental durante ese mismo periodo. Esta última se obtuvo a través de la pregunta "¿Cuántas veces, en los últimos 30 días, se ha usted sentido mentalmente mal debido, por ejemplo, a estrés, depresión o problemas emocionales?". y, por otro lado, para la actividad física se tomó en cuenta todo tipo de movimiento realizado cotidianamente que requiriera de algún esfuerzo corporal, desde rutinas de ejercicio como correr o hacer bicicleta, hasta cuidar de niños o hacer labores domésticas. Como complemento, los investigadores responsables del estudio también cotejaron información de más de 1.2 millones de estadounidenses recolectada en bases de datos de salud de dicho país.
Entre los resultados más destacados se observó que las personas que se ejercitaban con regularidad tendían a sentirse "mal" mentalmente treinta y cinco días al año (en promedio), mientras que en aquellos con un estilo de vida más bien sedentario dicho periodo se amplió hasta los cincuenta y tres días (esto es, dieciocho días más que el otro grupo).
Dado que en el estudio también se analizó la relación entre los niveles de actividad física y el ingreso económico de una persona, una conclusión adicional que se obtuvo fue que quienes realizan actividades físicas regularmente tienen un nivel de bienestar mental igual o superior a aquellos que no hacen ejercicio pero que ganan veinticinco mil dólares más que ellos al año. Es decir, hasta cierto punto, hacer ejercicio puede generar el mismo bienestar que ganar un sueldo anual decente.
Para que los beneficios del ejercicio puedan cosecharse, generalmente se considera que se deben hacer entre tres y cinco sesiones a la semana de unos 30 a 60 minutos cada una. Además se ha notado que ejercitarse en conjunto, ya sea realizando deportes de equipo o con amigos, provee todavía mayores beneficios.
Así que ya lo sabes: si lo que buscas es ser feliz, tienes que moverte.
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