Aplicar las inteligencias múltiples en el aula es un reto para el sistema educativo actual. Se necesita de un cambio en el modelo de enseñanza para favorecer el potencial único de cada niño.
Comprender la existencia de inteligencias múltiples en el aula es el primer paso para dar forma a una escuela más inclusiva. Muchos de los modelos educativos con los que se trabaja en la actualidad tienden a limitar el potencial particular de cada alumno, demostrándonos sin duda que necesitamos una alternativa, un modelo más sensible, diverso y revolucionario.
El modelo de las «inteligencias múltiples» fue enunciado por Howard Gardner hace ya más de treinta años. Y aún así, seguimos subrayando sus postulados novedosos y su carácter inspirador a la hora de avanzar en el ámbito de la enseñanza. Decimos esto por un hecho casi evidente: gran parte del sistema educativo sigue asentándose en proyectos pedagógicos tradicionales.
Somos conscientes de que no siempre es fácil dar respuesta a la diversidad de un aula cuando estas, cuentan con un gran número de alumnos por clase para cada profesor. No es sencillo tampoco cuando la comunidad educativa no se ve respaldada por los organismos políticos y sociales o por las propias familias de los niños en ocasiones. Sin embargo, hay un hecho difícil de ignorar.
La sociedad presente y futura está inmersa en un cambio constante. Nuestra modernidad no solo es más compleja, sino que demanda también mucho más de nosotros mismos. Si la escuela no está en sintonía con las dinámicas que acontecen en ese exosistema del que nos hablaba Bronfenbrenner en su modelo, proyectaremos al mundo personas poco preparadas, poco hábiles para desenvolverse con efectividad y promover un avance real de cara al mañana.
«En el futuro vamos a ser capaces de individualizar, de personalizar la educación tanto cuanto queramos».-Howard Gardner-
Inteligencias múltiples en el aula, ¿cómo trabajarlas?
El modelo de Gardner parte en esencia de una idea clave: no hay un solo tipo de inteligencia, sino que cada persona tiene una amplia variedad de habilidades cognitivas que la hacen única. Cabe decir, eso sí, que esta teoría siempre ha recibido críticas. Así, artículos como el aparecido en el espacio Psychology Today nos recuerdan que la literatura que respalda a esta teoría sigue teniendo grietas.
Ahora bien, cabe decir que el propio Gardner ha señalado en numerosas ocasiones que más que un modelo teórico, las inteligencias múltiples son un marco desde el cual ver la enseñanza desde una perspectiva más amplia, rica y, sobre todo, inclusiva. Es una referencia que puede servir de inspiración para favorecer el potencial de alumnos, para enseñarles a pensar de un modo diferente, a descubrir sus capacidades y utilizarlas a su favor.
Ahora bien, algo que sin duda saben los docentes es que aplicar el modelo de las inteligencias múltiples en el aula no es algo sencillo. Se necesita revisar los actuales modelos educativos, se necesitan maestros y profesores comprometidos, así como adecuados seguimientos para valorar que los objetivos curriculares se alcanzan, que el aprendizaje es significativo y que cada niño muestra un avance progresivo y favorecedor.
Veamos qué técnicas pueden permitirnos aplicar la teoría de las inteligencias múltiples en el aula.
Metodologías activas
Las metodologías activas son idóneas para favorecer la autonomía y la participación del alumno en el proceso de aprendizaje. Con ellas, el niño se vuelve más protagonista de su aprendizaje, deja de ser un receptor pasivo de conocimiento para convertirse en un generador de conocimiento, integrando procesos como la creatividad, la responsabilidad, el trabajo en grupo, la curiosidad…
- Con esta nueva perspectiva, los alumnos pueden tomar decisiones, regular su aprendizaje, reorientar sus tareas y mecanismos de conocimiento para que (bajo la supervisión constante del maestro o profesor) puedan alcanzar los objetivos previstos.
Asimismo, este tipo de metodologías deben atender siempre el currículum oficial y seguir un diseño adecuado de evaluación.
Unidades didácticas basadas en proyectos
La realización de proyectos para trabajar las unidades didácticas son otro mecanismo muy adecuado para fomentar las inteligencias múltiples en el aula. Son además, un recurso que demanda de cierta dosis de creatividad por parte de los docentes.
- Con ellos, se favorece la adquisición de nuevos conocimientos, así como el trabajo activo, la curiosidad y el que en un mismo proyecto puedan trabajarse diversos tipos de inteligencia.
- Deben ser proyectos atractivos que atiendan la diversidad del aula, que faciliten la motivación y que anime al alumno a usar diversos canales de aprendizaje (nuevas tecnologías, comunicación oral y escrita, búsqueda de información fuera de la propia escuela…).
Instrucción individualizada
Tal y como hemos señalado a la hora de integrar un proyecto de inteligencias múltiples en el aula, se necesita ante todo del compromiso de los docentes. Así, es esencial que en la medida de lo posible la instrucción sea individualizada. Así, es necesario que el maestro observe e intuya en qué tipo de tareas se adaptan mejor a cada alumno.
- El estudiante cinestésico, por ejemplo, será un mejor aprendiz cuando el proceso de aprendizaje se centre en tareas en las que tenga que moverse. El alumno con inteligencia lingüística será el que tenga más interés por la lectura y la escritura… Es interesante por tanto tener esa mirada hábil capaz de apreciar el potencial de cada niño.
- Sin embargo, que cada persona destaque en una (o varias) inteligencias no significa que deban descuidarse las demás.
La educación basada este modelo intentará potenciar siempre cada área cognitiva, cada proceso que integra cada una de esas inteligencias.
Entender cómo se conforman (y potencian) las inteligencias múltiples
Gardner, Feldman y Krechevsky (2000) señalan que dentro de cada actividad trabajada en el aula podrán aparecer una o varias inteligencias. Así, si elegimos como proyecto conocer a las ballenas azules, podríamos potenciar desde la inteligencia naturalista, hasta la interpersonal (trabajos en grupos), la lingüística (leyendo material sobre el tema) y hasta la musical (escuchar los cantos de las ballenas).
Ahora bien, algo que señala Gardner es lo siguiente: las inteligencias múltiples evolucionan y aparecen a lo largo de nuestro ciclo vital. A menudo dependen incluso de factores madurativos (como la inteligencia kinestésico-corporal). Todo ello son aspectos que los docentes deben entender, recordar y considerar.
Para concluir, cabe señalar algo evidente. Este modelo requiere sin duda de mayores recursos, iniciativa y compromiso por parte de todos los agentes sociales. Maximizar la enseñanza, hacerla más inclusiva y sensible a las necesidades del futuro, es sin duda un objetivo importante.
Las escuelas del futuro demandan sobre todo responsabilidad y compromisos firmes.
-Valeria Sabater-
-Valeria Sabater-
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