Porque si no hay grandeza en la mente, no puede haber grandeza en el cuerpo.
Sin la visión de la salud infinita es imposible que algún tipo de cuerpo pueda expresarla.
Aquí tenemos el primer problema.
Poder crear la imagen de la salud infinita y creer en ella como algo perfectamente posible.
Sólo una mente cuántica puede concebir semejante grandeza.
La mente cuántica es la mente que abraza todas las ideas, todas las posibilidades y las toma en serio.
Y cree en todas ellas.
Y trabaja con pasión para traerlas al mundo de las formas.
“Tengo una gran idea”….es el primer paso.
Una gran idea despierta grandes pasiones.
Y las pasiones mueven a las multitudes.
Gandhi tuvo una gran idea.
Martin Luther King tuvo una gran idea.
Nelson Mandela tuvo una gran idea.
El maestro Ohsawa concibió la idea de la salud absoluta y trató de encarnarla con una pasión arrolladora.
Y fue capaz de encarnarla en su cuerpo.
Entonces miles de personas se maravillaron y lo siguieron como a un dios.
Porque las grandes ideas generan una gran atracción.
Pero si vas a un médico que cree que tu enfermedad no tiene cura, nunca podrá curarte.
¿Por qué vas a un médico que cree que sólo podrá en el mejor de los casos mejorar tu calidad de vida y prolongarla por algunos años?
Yo nunca iría a un médico así.
No me importa si es un gran catedrático.
Porque si se basa en pensamientos negativos, su aportación a mi salud también será negativa.
Como es arriba es abajo.
Entonces es completamente insensato someterse a una cirugía invasiva, cuando la cabeza del que opera piensa que no hay esperanzas.
Las manos seguirán a la cabeza y sólo podrán hacer más daño.
Porque ninguna mano puede construir lo que la cabeza no acepta como posible.
-Martín Macedo-
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