Desde hace muchos años he sabido que las células malignas consumen 10 veces más glucosa que las células sanas.
Pero recientemente la investigación estableció que el consumo es de 15 veces mayor.
Entonces muchas personas concluyen que los hidratos de carbono son los responsables del cáncer.
El azúcar no sólo estropea los dientes sino que alimenta a las células cancerosas.
La solución parece ser optar por una dieta basada en proteínas y grasas saludables.
Hay miles de personas que razonan así.
Pero para saciar el apetito con proteína, se necesita un gran consumo de huevos, pollo, pavo, jamón o pescado.
Eso significa un yang extremo.
Grasa y proteína; eso produce una sangre más y más densa.
Si se mantiene esa creencia y práctica durante años, finalmente sufrirá el sistema circulatorio y los riñones quedarán duros como ladrillos.
Ya no servirán.
Y las arterias quedarán rígidas y quebradizas.
Esta dieta de alta proteína (anti - cáncer) al ser tan yang, genera ansiedad, nerviosismo y una gran agresividad.
Y como el yang extremo busca el yin extremo, estas personas que siguen estas dietas paleolíticas, anti hidratos, cetogénicas... terminan ingiriendo cantidades importantes de bebidas alcohólicas porque al no poder emplear azúcar saciarán sus ansias de yin con alcohol o drogas recreativas.
Eso va contra nuestra naturaleza.
Es verdad que antiguamente los hombres eran cazadores y recolectores.
Eran saludables, sus vidas en contacto con la naturaleza los mantenía fuertes.
Pero luego la evolución trajo la agricultura y surgió la civilización.
La mente floreció, surgió la escritura, la arquitectura, el estudio de los cielos, la astronomía, las grandes doctrinas espirituales y surgieron naciones e imperios.
La gran actividad intelectual y espiritual requería de una gran cantidad de glucosa para que el cerebro pudiera funcionar y seguir creando más y más maravillas.
Esto no se podía sostener con una dieta de recolectores cazadores que ni siquiera podía fabricar su propia ropa.
Se cubrían con pieles de animales muertos.
Los cereales hicieron posible el desarrollo de los humanos a niveles semejantes a los dioses.
Y fueron ayudados por seres más avanzados de otros mundos, que les enseñaron a cultivarlos según las mitologías.
Si no fuera por los cereales todavía estaríamos viviendo en húmedas cavernas y luchando con hachas de piedra por un pedazo de carne.
Los cereales tienen hidratos de carbono.
Los cereales tienen azúcares.
Pero no causan el cáncer.
Lo curan.
Porque lo que causa el cáncer son los hidratos yin que elevan bruscamente los niveles de glucosa en sangre debido a los procesos de refinación.
Los cereales integrales fueron diseñados por la inteligencia infinita no para destruir a la humanidad sino para crear la más prodigiosa obra biológica.
-Martín Macedo-
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