Un niño de unos doce años desea triunfar en los torneos internacionales de ajedrez.
Su madre observa una alimentación natural y macrobiótica desde hace muchos años y desea ayudar a su hijo a ser un campeón de ajedrez internacional.
El chico tiene un entrenador que lo prepara para los torneos tanto dentro del Uruguay como a nivel mundial.
Pero el entrenador insiste en que el chico necesita fuentes de glucosa para la intensa actividad que se requiere en este juego donde las partidas a veces duran más de tres horas.
El entrenador insiste en que el chico debe consumir bebidas azucaradas y chocolate para mantener una intensa actividad durante las competencias ya que un mal movimiento durante el juego implica perder la partida.
Ella no desea darle esos alimentos y le ofrece al niño jugo de naranja con azúcar morena como alternativa.
Pero el entrenador insiste en que debe recibir más glucosa para triunfar en el ajedrez.
Y me pregunta qué le puede dar para aportar glucosa suficiente para ayudarlo a tener éxito en los torneos.
Y esta fue mi respuesta:
"Es necesario aportar glucosa pero de fuentes yang como los cereales integrales.
La glucosa de fuentes yin como la fruta y los hidratos refinados sirven como fuente de energía pero al ser tan yin lo desconcentrarán y debilitarán sus posibilidades de ganar.
La concentración es la clave del éxito en cualquier deporte.
La concentración es yang y si come yang será un campeón.
Y el entrenador terminará diabético o con una insuficiencia renal no sólo por comer basura sino por empujar a otros hacia el caos".
La madre me dice que es complicado llevarle comida especial sobre todo durante los viajes que a veces duran varios días.
Y le respondo:
"Es el precio de ser un campeón.
Los otros chicos comen en la cafetería.
Es muy fácil derrotarlos".
El niño tendrá un nivel de concentración mucho mayor y si realmente quiere ser campeón, en el cereal tiene la llave maestra.
Recuerdo cuando era estudiante en facultad...estudiaba con un amigo para todos los exámenes y sacábamos casi siempre las mismas notas...pero una vez hice un experimento dietético.
El día previo a un examen de fisiología cardiovascular, durante la cena le ofrecí unas masas dulces que estaban en mi casa.
El lo consideró un gesto muy noble y se comió 8 masitas dulces.
Yo sólo comí mi arroz con verduras y mastiqué con mucha más atención porque era a la mañana siguiente.
Era un examen muy difícil...yo lo salvé fácilmente y él perdió.
Pero esa acción no fue noble y luego la vida me devolvió el golpe.
Algunos años después perdí dos años debido a un examen que no conseguía aprobar, uno de los finales de la carrera.
Por mucho que estudiaba los perdía y siempre con el mismo profesor que no me quería para nada.
Mi amigo se me adelantó y se recibió un año antes.
Mi experimento científico arroz versus masitas quedó confirmado.
El cerebro necesita glucosa, pero las fuentes yang mejoran la concentración y las fuentes yin la destruyen.
Pero las mentes científicas sólo ven la glucosa y para ellos da igual si proviene de una patata, de un plátano o de un trozo de pan integral con levadura madre.
Ven la hoja y no ven el bosque.
Porque son especialistas.
-Martín Macedo-
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