Algunos estudiantes de macrobiótica creen que el propósito de nuestros estudios es crear equilibrio.
Equilibrio entre yin y yang.
Ellos piensan: "esta enfermedad se debe a un desequilibrio para el lado yin; entonces cuando creamos equilibrio se cura la enfermedad".
Es la búsqueda del equilibrio.
Y por ende hay que evitar el desequilibrio.
Comí mucho pescado y perdí el equilibrio.
Esta situación de mucho estrés me sacó de mi centro.
La vida cotidiana entonces se convierte en una marcha donde hay que estar atentos para no caer en el desequilibrio.
El desequilibrio es el pecado.
Desequilibrar es pecado y cuando pecamos hay que inmediatamente volver al equilibrio.
Y pedimos un consejo a un orientador entrenado sobre qué alimentos comer para regresar al equilibrio.
Entonces tomamos un remedio casero pero internamente sigue el miedo a volver a desequilibrar.
La mente se enfoca en evitar el desequilibrio; por favor no quiero volver a pasar por lo mismo.
El desequilibrio es muy peligroso, pasé un mal rato y no quiero más de lo mismo.
El propósito ahora será evitar el desequilibrio.
Y adivine qué tipo de experiencias atraerá esa persona....más desequilibrio, más miedo al desequilibrio.
El profesor Kikuchi siempre nos decía que es necesario desequilibrar para poder equilibrar.
Por eso quien evita el desequilibrio nunca obtendrá el equilibrio.
Nosotros preferimos abrazar el equilibrio y el desequilibrio como si se tratara del inicio y el final....comprendiendo la identidad entre ambos.
El corazón en su latido se desequilibra y se vuelve a equilibrar.
El desequilibrio nos hace fuertes y crea un equilibrio mayor.
En el circo el equilibrista alcanza un gran dominio de su arte aprendiendo a corregir el desequilibrio.
Y así se hace más y más fuerte.
Creamos una salud fuerte a través de aprender del desequilibrio.
Pero quienes le temen es como aquellos que usan barbijo para no contagiarse de las enfermedades respiratorias.
Ven todo separado, no comprenden la conexión entre yin y yang.
Dividen todo, separan todo porque hay un error en la comprensión de la filosofía.
Una filosofía que no excluye nada sino que toma todo lo que hay en el universo y crea más belleza y coherencia porque todo es uno y todo sirve para llegar más rápido a la salud infinita.
-Martín Macedo-
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