jueves, 1 de septiembre de 2022

No dejo entrar al viejo

 “Cuando me levanto todos los días, no dejo entrar al viejo. Mi secreto es el mismo desde 1959: mantenerme ocupado. Nunca dejo que el viejo entre en casa. He tenido que sacarlo a rastras, porque el tipo ya estaba cómodamente instalado, dándome el coñazo a todas horas, sin dejarme espacio para otra cosa que no fuera la nostalgia. Hay que mantenerse activo, vivo, feliz, fuerte, capaz. Está en nosotros, en nuestra inteligencia, actitud y mentalidad. Somos jóvenes, con independencia de nuestro DNI. Hay que aprender a luchar por no dejar “entrar al viejo”.

Ese viejo que nos aguarda, apostado y cansado a la orilla del camino para desanimarnos.
No dejo entrar al espíritu viejo, al criticón, hostil, envidioso, a ese ser que escudriña en nuestro pasado para anudarnos de quejas y remotas angustias, o de traumas revividos y de olas de dolor.
Hay que darle la espalda al viejo murmurador, lleno de rabia y quejas, de falta de valor, que se niega a si mismo que la vejez pueda ser creativa, decidida, llena de luz y de proyección.
Envejecer puede ser agradable, e incluso divertido, si sabes cómo emplear el tiempo, si estás satisfecho de lo que has logrado y si sigues conservando la ilusión, añade Clint Eastwood, una leyenda que lleva diez candidaturas al Oscar, de las que ha ganado cuatro estatuillas. Todas ellas después de haber cruzado el umbral de los sesenta. A eso se le llama "no dejar entrar al viejo a casa".
Estas palabras calaron tan hondo en el cantante de country Toby Keith, que lo inspiraron a componer la canción "Don’t Let the Old Man In (No dejes entrar al viejo), dedicada al legendario actor.

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