miércoles, 26 de febrero de 2020

La vesícula biliar


La inteligencia infinita ha colocado a la vesícula biliar junto al hígado para acumular bilis y administrar su liberación con gran perfección.
Hay millones de vesículas biliares en millones de formas de vida que incluye a los mamíferos, las aves, los reptiles y los peces.
Hay infinitas vesículas biliares en el mundo como una expresión más de la infinita sabiduría de la creación.
Para que haya digestiones perfectas y salud perfecta.
Porque una digestión perfecta crea la sangre perfecta que vuelve al cuerpo poderoso e incansable.
Pero algunos cirujanos insisten en que cuanto antes se extirpe la vesícula mejor, para evitar que los cálculos biliares sigan creciendo.
En los servicios de urgencia es bastante frecuente el regaño al paciente que no quiso operarse cuando unos años atrás se lo recomendaron.
"Te tendrías que haber operado hace 10 años cuando los cálculos eran pequeños; ahora han crecido y la operación será mucho más difícil".
Entonces algunos pacientes le darán la razón al médico y hasta sentirán un poco de culpa por haberse dejado estar y no haberse operado antes cuando los cálculos eran pequeños y poco numerosos.
Pero la inteligencia infinita no puso a la vesícula biliar para que el cirujano la quite para "prevenir" complicaciones futuras.
Los cálculos no crecen por falta de operaciones.
Los cálculos crecen por los malos hábitos de las personas que toman alimentos de origen animal en cantidad, ricos en colesterol y calcio no asimilable.
Abusan de carnes rojas, pollo, huevos, quesos y leche "descremada".
Entonces su fluido biliar se vuelve denso y sedimenta arenillas que con el tiempo forman las piedras.
Las piedras son yang, son algo denso, pesado y contraído.
Los vegetarianos que no consumen lácteos ni huevos no formarán piedras ni en el riñón ni en la vesícula porque sólo comen yin, es decir alimentos con menos densidad que fluidifican la sangre y los líquidos corporales.
Yang condensa y yin disuelve, fluidifica.
Por eso el vino y los jugos de frutas licúan la sangre.
El jugo de manzana, el jugo de rábano y otros de carácter yin disuelven las piedras del riñón y de la vesícula.
Los alimentos vegetales mantienen el cuerpo más yin, más elástico y más flexible.
Entonces tienen mejor irrigación sanguínea, mejor nutrición celular y mejor oxigenación.
No precisan recibir ozono inyectado porque los ductos están permeables.
Ni precisan transplantes de riñón porque los túbulos renales están flexibles y despejados.
Si se extirpa la vesícula en nombre de la prevención pero se siguen los mismos patrones de consumo de proteína animal, la bilis seguirá siendo densa y "litogénica" es decir seguirá formando arenillas y piedras, pero al no haber vesícula se acumularán dentro del hígado.
Y otra vez la operación.
Y la sangre se volverá espesa y cargada de densidad convirtiéndose en un riesgo para la circulación por la tendencia a formar coágulos, trombos y émbolos que viajan atascándose en arterias vitales.
Entonces los médicos indican anticoagulantes y anti agregantes plaquetarios para mantener la sangre fluida.
Pero estos anticoagulantes aumentan el riesgo de hemorragias internas porque son demasiado yin.
De esa forma muchos, la mayoría puede seguir disfrutando de sus excesos de fin de semana cargando de yang sus aparatos circulatorios pero sin culpa porque luego se toman su anticoagulante "preventivo".
Ni los peces ni los halcones necesitan que se les extirpe la vesícula porque son más sabios que muchos humanos.
Sólo toman lo que es perfectamente sano para sus naturalezas y jamás violan esta ley, aunque algunos los critiquen de ser demasiado estrictos y no darse algún "gusto".

-Martín Macedo-

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