Disciplina es hacer lo que es responsable.
La verdadera disciplina no es fácil.
Es más fácil dormir hasta las diez que levantarse a las siete.
Es más fácil acostarse tarde, llegar tarde, irse temprano.
Es más fácil no leer, encender la televisión que apagarla.
Esperar es más fácil que actuar.
El sistema esta diseñado para hacer que las cosas fáciles sean las menos lucrativas, siendo las lucrativas las más difíciles.
La vida es y será una batalla entre la vida fácil y sus recompensas momentáneas frente a la disciplina y sus grandes recompensas.
1. La disciplina tiene su precio.
Es difícil ser disciplinado trabajando en una mesa mientras tus amigos están en la playa, pero si te esfuerzas, pagas el alto precio de la disciplina ahora, las recompensas futuras merecen su precio.
Si eliges la vida fácil, trabajar después, el precio será el pesar.
El pesar es cuando se comienza una expresión con ojalá.
El pesar no permite una segunda oportunidad. Puedes elegir entre el precio de la disciplina o el precio del pesar.
2.- La disciplina requiere tiempo completo
La disciplina tiene que ser constante. La constancia no puede ser inconstante.
La disciplina es el entrena-miento de la mente para controlar nuestra vida.
La disciplina es una serie de normas que hemos seleccionado como nuestro código personal de conducta.
La falta de disciplina altera los procesos, estando siempre en un continuo cambio, saltando de un compromiso a otro incumpliendo continuamente las promesas realizadas.
3.- La disciplina es uno de los pilares básicos de la vida
Para cada esfuerzo disciplinado hay una recompensa múltiple.
Es igual a la ley de sembrar y cosechar.
Un esfuerzo disciplinado producirá una gran recompensa.
A mayor esfuerzo disciplinado, mayor capacidad de recompensa múltiple.
La paciencia aumenta la recompensa.
Aquello que tiene valor para nosotros requiere plena atención, disciplina y paciencia, igual que sucede al criar un hijo.
Si los pensa-mientos no tienen disciplina tenderán a divagar.
Se requiere disciplina para cambiar un hábito.
Todo tiene su precio.
Descuidar la disciplina tiene un precio.
La vida no es un ensayo.
La falta de disciplina en las pequeñas cosas te puede costar mucho en las importantes.
La mayor y mejor disciplina es la que se impone uno mismo.
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