Hagas lo que hagas estarás en el infinito.
Digas lo que digas estarás en el infinito.
Creas lo que creas estarás en el infinito.
No hay forma de escapar ni lugar alguno dónde esconderse.
La luz infinita brilla en todas partes y es inagotable.
Pero algunas personas viven en una cueva oscura.
Y se quedan allí durante años.
Perciben la luz como débiles destellos y concluyen que la luz infinita es para unos pocos afortunados.
Para ellos la realidad es la oscuridad.
La luz infinita es una utopía.
Y por eso ni siquiera lo intentan, no atinan a otra cosa que a adaptarse lo mejor posible a su oscura caverna.
Pelean entre ellos por unas migajas de luz.
Como dos niños que a la orilla de mar pelean por un balde con agua.
No comprenden el infinito y por eso viven en la angustia de la carencia.
Pero nosotros pensamos en la salud infinita, tenemos fe en la experiencia más gloriosa.
Y emprendemos la acción.
Porque hemos tomado la decisión de traer esta experiencia a nuestra vida.
Y sabemos que la voluntad infinita siempre apoyará nuestros propósitos más claros y fuertes.
Increíblemente, más del 90% de las personas no tienen propósitos claros y fuertes.
Tienen muchas dudas y no se deciden.
Y por eso Dios no los puede ayudar.
-Martín Macedo-
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