Ohsawa nos trajo una llave para abrir la puerta hacia la libertad infinita.
Se trata de la llave más preciosa.
Una llave que abre la puerta de nuestra prisión, y así poder escapar.
¿Cómo no estar agradecidos, eternamente a nuestro libertador?
Pero hay muchos vendedores de llaves....que aseguran que su llave es la mejor.
¿Cuál es esta llave?
Es muy simple.
Esta llave es la verdad.
Y la verdad os liberará (Juan 8-31).
Nuestra llave, la llave que nos trajo Ohsawa es la verdad.
La verdad sobre la nutrición.
La verdadera nutrición que nos libera de la prisión, del encierro, del dolor.
No se trata de creerle o no creerle.
Los resultados hablan más fuerte que ningún orador.
La nutrición de alta calidad cura y produce la salud infinita.
La nutrición de baja calidad enferma y destruye la felicidad.
Esa es la gran verdad.
Y si estudiamos esa verdad, podremos escapar de cualquier tipo de problema, crisis, limitación o sufrimiento.
Esta llave también se denomina el Orden del Universo.
Pero muchos desprecian esa llave.
No quieren saber de nada que tenga que ver con ella.
Prefieren sus falsas llaves que no sirven, que no curan, y que muchas veces acaban matando más rápido que la misma enfermedad.
Pero la venta de esas llaves genera muchas ganancias.
Son llaves tentadoras porque liberan de la responsabilidad al enfermo.
Y la mayoría no quiere responsabilizarse por su situación.
Ellos van al médico y claman: ¡quíteme esto, sáqueme este dolor, cúreme lo antes posible!
Ellos quieren ese tipo de llave.
Si le ofrecemos la llave de la salud infinita muchas veces la rechazarán porque no tienen paciencia para aprender a usarla.
Sólo quieren su aspirina para sentir alivio.
Y si le piden eso a la vida.
La vida eso les dará.
-Martín Macedo-
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