jueves, 29 de febrero de 2024

El árbol

 En el bosque muchos árboles están de pie, están fuertes y resisten los azotes de la naturaleza.

Pero otros árboles están caídos, moribundos o en proceso de descomposición.
En el mundo humano pasa lo mismo, algunas personas están de pie, fuertes, viviendo vidas magníficas y otras están caídas, vencidas, deprimidas, débiles física, mental o financieramente.
¿Nosotros somos un árbol de pie o un árbol caído?
¿Una vez que el árbol cae, es posible que vuelva a levantarse?
Como este es un mundo de dualidad, no es posible que todos los árboles estén de pie o que todos estén caídos.
Incluso cuando cayó la bomba atómica en Hiroshima a los pocos días comenzaron a crecer nuevos árboles.
Un árbol de pie, es un árbol fuerte, tiene salud infinita.
Un árbol caído es un árbol débil, está enfermo.
La salud del árbol depende de la salud de su raíz.
Si la raíz es fuerte el árbol crece y crece sin cesar porque los árboles crecen hasta el momento de morir.
Siempre creciendo eso es la vida, si dejamos de crecer comenzamos a morir.
Si estamos enfermos somos como el árbol caído.
Si estamos infelices o fracasamos en alcanzar nuestros sueños se debe a que nuestra raíz está enferma.
Las personas fuertes tienen problemas; las personas frágiles o de mala salud también tienen problemas.
El punto no es si tenemos más o menos problemas; el punto es si estamos fuertes o estamos sin fuerzas.
Porque los problemas no se acaban nunca; los problemas nos hacen fuertes, están para que nos mantengamos fuertes.
Los tiempos fáciles producen personas débiles; los tiempos difíciles producen personas fuertes, como dijo un filósofo.
La salud del árbol está en la salud de la raíz del árbol.
Un árbol fuerte tiene una raíz fuerte, un árbol débil tiene una raíz enferma.
Un hombre sano tiene un intestino fuerte, un hombre enfermo tiene un intestino frágil, intolerante, inflamado, contaminado.
La base de la salud es el tubo digestivo ... .si queremos que nuestra vida mejore, si queremos curar el cáncer o la caída del cabello o la hipertensión debemos fortalecer la raíz digestiva.
Hoy vamos a enseñar cómo fortalecer nuestra raíz digestiva, para que nuestra vida se ponga de pie, se ponga fuerte y realicemos nuestros sueños (ver video del sábado pasado 24-2-24).
Una raíz fuerte depende en gran parte de la alimentación de la madre durante el período de gestación.
Si tenemos una raíz fuerte debemos agradecer a nuestra madre y hacerle un gran regalo el día de las madres.
Pero si mamá tomó malos alimentos o fumó o tomó drogas durante el embarazo nos trajo al mundo en condiciones desventajosas y por eso no conseguimos ponernos de pie a pesar de nuestros esfuerzos.
Todo se debe a las madres; quien tiene una buena madre o una buena suegra debe estar agradecido.
La parte genética no se puede cambiar porque es un trabajo que se hizo durante el desarrollo embrionario y no podemos volver al útero materno para mejorarlo.
Pero con nuestra alimentación y nuestro estudio de yin y yang podemos fortalecer la raíz.
El tubo digestivo es nuestra raíz, la raíz de la salud, la raíz de nuestra felicidad, la raíz de nuestro desarrollo espiritual, la raíz de nuestro desarrollo mental, la raíz de nuestra sabiduría, la raíz de nuestro bienestar económico.
El tubo digestivo comienza en la boca.
La boca es la puerta de entrada del tubo digestivo y la boca es la clave del fortalecimiento de nuestra raíz.
La masticación es un secreto para crear una raíz fuerte; quien no mastica cuidadosamente está destruyendo su raíz digestiva aunque coma alimentos naturales.
La buena cocción, la buena calidad de la comida, y la buena masticación pueden crear una raíz fuerte y así nos pondremos de pie y realizaremos nuestros sueños.
Sin conciencia de la importancia de nuestra boca, nuestra vida acabará cayendo como un árbol cae cuando su raíz está podrida.
La raíz de la salud infinita es el intestino.
Y esto no se enseña en las escuelas médicas.
La raíz del cuerpo es el intestino.
La raíz del intestino es la boca.
La raíz de la boca es el nivel de conciencia de la mente que constantemente decide qué hará la boca, cómo y cuánto tomará.

-Martín Macedo-

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