sábado, 25 de marzo de 2023

Todo frente tiene su dorso

 Una conocida locutora de radio, ganadora de numerosas distinciones a la excelencia profesional, me dijo una vez: "mi meta en la vida es trabajar cada vez menos y ganar cada vez más".

Yo no le dije nada en ese momento, pero sabía que si trabajaba cada vez menos iba a ganar cada vez menos.
Y así fue; con el tiempo perdió popularidad su programa radial y al final tuvo que dejar la radio y empezar de cero en un país extranjero.
El Orden del Universo nos dice que todo frente tiene su dorso.
Si el frente es grande, el dorso es grande.
Si el frente es pequeño, el dorso será pequeño.
Si un futbolista como Ronaldo tiene claro que quiere ser el mejor del mundo, deberá entrenar más duro, mucho más duro que el resto.
Esa es la Justicia Infinita.
Si Cristiano entrenara cada vez menos, al final lo expulsarían del club por mediocre.
Todas la super estrellas conocen esta ley y por eso se levantan muy temprano a entrenar a estudiar o a meditar.
No hay salud sin disciplina.
Si queremos la salud infinita entonces tendremos que tener una disciplina infinita.
A veces parece posible, una gran salud sin disciplina.
Todos conocemos personas que fuman, comen de todo, toman whisky y tienen una salud y una belleza envidiables.
Tienen éxito y son ricos y famosos.
Muchas estrellas de rock son así.
Pero duran unos pocos años y luego terminan trágicamente.
Nadie puede quebrar el Orden del Universo.
Este Orden permite la estabilidad del Universo.
Pero algunos lo quieren burlar.
Quieren ganar mucho trabajando poco.
Quieren gozar de una salud infinita dándose todos los gustos.
Quieren ser amados pero sin dar nada a cambio.
Son arrogantes, son ignorantes.
El Orden no hace excepciones.
Quien da mucho recibe mucho.
Quien da poco recibe poco.
Quien no da nada tampoco tendrá nada.
Quien toma por la fuerza la riqueza de otros acaba en prisión.
Por eso seamos sabios y estudiemos el Orden del Universo, yin y yang y sus transformaciones.
Si queremos recibir en abundancia demos en abundancia.
Muchos quieren recibir en abundancia pero dando muy poco.
Como mi amiga la locutora, que ahora debe empezar de nuevo.
Dando mucho y recibiendo poquito.
Y así espero que comprenda que el Orden no está ahí para arruinarnos la fiesta sino para garantizar la Justicia Infinita para todos.
La Justicia Infinita es la gran ley de la macrobiótica.
Si te nutres con justicia tendrás la salud más grande del mundo.
Y por eso toda enfermedad ocurre por no comprender la Justicia infinita.
Y esta debería enseñarse en las escuelas.
Para que todos tengan todo lo que quieren.
Porque sólo la Justicia Infinita lo garantiza.
Por los siglos de los siglos.

-Martín Macedo-

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