miércoles, 29 de marzo de 2023

No sólo de pan vive el hombre

 Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.

Estas palabras se encuentran en el evangelio de Mateo (25:29).
Parecen injustas, porque profundizan la desigualdad.
La igualdad es un ideal de la mente de los hombres.
No hay dos gotas de agua iguales.
No hay dos gemelos iguales.
Ni dos días iguales.
Si nos sentamos a la orilla del mar y contemplamos las olas, nunca vamos a encontrar dos exactamente iguales; en toda la eternidad...aunque pasen millones de años nunca habrá dos olas iguales.
Forzar la igualdad es como querer congelar un momento feliz y fijarlo en un cuadro para que no cambie.
Es mejor rendirse al Orden del Universo.
Quien comprende, quien estudia, quien desarrolla su mente, tendrá cada vez más y tendrá de sobra.
Pero quien no entiende, ni quiere entender, ni quiere estudiar, ni quiere leer, lo perderá todo.
Perderá su salud, su dinero, su tranquilidad, su felicidad y hasta su familia se dispersará.
No sólo de pan vive el hombre.
El espíritu se alimenta de palabras, imágenes, emociones.
Si el cuerpo no se alimenta apropiadamente, se enferma y se destruye.
Si el alma no se nutre con los mejores contenidos, se empequeñece, se entristece y encuentra a la vida absurda y sin sentido.
Necesitamos el alimento yin (mental) y el alimento yang (material).
Sin sueños, sin propósitos claros y fuertes, nuestra vida se apaga como un fuego que se queda sin leña.
El alimento de la mente es más importante que el alimento del cuerpo.
Por esa razón hay personas que triunfan a pesar de no cuidar su nutrición.
Y personas que cuidan su nutrición escrupulosamente y no consiguen nada en la vida.
Todos los grandes maestros, los grandes sabios sabían nutrir sus cuerpos y sus mentes con la mayor atención y cuidado.
Y por eso alcanzaron un gran desarrollo.

-Martín Macedo-

sábado, 25 de marzo de 2023

Todo frente tiene su dorso

 Una conocida locutora de radio, ganadora de numerosas distinciones a la excelencia profesional, me dijo una vez: "mi meta en la vida es trabajar cada vez menos y ganar cada vez más".

Yo no le dije nada en ese momento, pero sabía que si trabajaba cada vez menos iba a ganar cada vez menos.
Y así fue; con el tiempo perdió popularidad su programa radial y al final tuvo que dejar la radio y empezar de cero en un país extranjero.
El Orden del Universo nos dice que todo frente tiene su dorso.
Si el frente es grande, el dorso es grande.
Si el frente es pequeño, el dorso será pequeño.
Si un futbolista como Ronaldo tiene claro que quiere ser el mejor del mundo, deberá entrenar más duro, mucho más duro que el resto.
Esa es la Justicia Infinita.
Si Cristiano entrenara cada vez menos, al final lo expulsarían del club por mediocre.
Todas la super estrellas conocen esta ley y por eso se levantan muy temprano a entrenar a estudiar o a meditar.
No hay salud sin disciplina.
Si queremos la salud infinita entonces tendremos que tener una disciplina infinita.
A veces parece posible, una gran salud sin disciplina.
Todos conocemos personas que fuman, comen de todo, toman whisky y tienen una salud y una belleza envidiables.
Tienen éxito y son ricos y famosos.
Muchas estrellas de rock son así.
Pero duran unos pocos años y luego terminan trágicamente.
Nadie puede quebrar el Orden del Universo.
Este Orden permite la estabilidad del Universo.
Pero algunos lo quieren burlar.
Quieren ganar mucho trabajando poco.
Quieren gozar de una salud infinita dándose todos los gustos.
Quieren ser amados pero sin dar nada a cambio.
Son arrogantes, son ignorantes.
El Orden no hace excepciones.
Quien da mucho recibe mucho.
Quien da poco recibe poco.
Quien no da nada tampoco tendrá nada.
Quien toma por la fuerza la riqueza de otros acaba en prisión.
Por eso seamos sabios y estudiemos el Orden del Universo, yin y yang y sus transformaciones.
Si queremos recibir en abundancia demos en abundancia.
Muchos quieren recibir en abundancia pero dando muy poco.
Como mi amiga la locutora, que ahora debe empezar de nuevo.
Dando mucho y recibiendo poquito.
Y así espero que comprenda que el Orden no está ahí para arruinarnos la fiesta sino para garantizar la Justicia Infinita para todos.
La Justicia Infinita es la gran ley de la macrobiótica.
Si te nutres con justicia tendrás la salud más grande del mundo.
Y por eso toda enfermedad ocurre por no comprender la Justicia infinita.
Y esta debería enseñarse en las escuelas.
Para que todos tengan todo lo que quieren.
Porque sólo la Justicia Infinita lo garantiza.
Por los siglos de los siglos.

-Martín Macedo-

Personas yin, personas yang

 Las personas yang, van al gimnasio.

Les encanta el gimnasio, pasan muchas horas en el gimnasio.
Las personas yin van a la biblioteca o a la sala de yoga.
Les encanta la biblioteca y pasar horas trabajando en su crecimiento interior.
Pero las dos fuerzas están en nosotros y por eso los que van al gimnasio también pueden disfrutar de sus clases de yoga.
Y los grandes eruditos también pueden gozar de un poco de aparatos en las salas de musculación.
Las personas yang sienten atracción por la comida yang y los trabajos yang.
Una persona yang tendrá una complexión robusta y dinámica y preferirá manejar un camión o ser entrenador personal que investigador o profesor adjunto de la facultad.
Las personas yin tienden a un biotipo delgado y liviano y prefieren los alimentos naturales y de calidad vegetal.
Las personas yang adoran los derivados animales.
No están robustos por ir al gimnasio.
Van al gimnasio porque son robustos.
Y como aman el entrenamiento físico se vuelven más robustos.
Y recomiendan comer proteínas y proteínas porque creen que son robustos porque las toman en cantidad.
Las personas yin prefieren las proteínas vegetales.
No están delgadas por ir a la biblioteca.
Van a la biblioteca porque son yin y aman la lectura y el estudio.
Los amantes de la musculación son yang por naturaleza y promueven sus convicciones: "hagan como yo y se pondrán fuertes y grandes".
Pero es una falsa lectura.
Son grandes y fuertes por naturaleza.
Y adoran la proteína animal porque está en su naturaleza yang.
Y así propagan su error.
Los niños y adolescentes creen que para llegar a ser grandes, fuertes y ganadores es imprescindible pasar 6 horas en el gimnasio y tomar una dieta hiperproteica.
Y suplementos.
Y así serán exitosos y las chicas los mirarán.
Pero quien tiene una complexión yin, por mucho que entrene y por mucha proteína que tome tendrá un cuerpo menos robusto porque es su naturaleza.
Lo único que ganará imitando a los gurús del entrenamiento es estropear su sistema circulatorio y renal por exceso de alimentación densa, grasa y proteína.
El mismo Arnold Schwarsenegger admitió su error al final de su carrera como culturista cuando debió someterse a una cirugía cardíaca para un remplazo de válvula dañada.
Y se volvió vegetariano y hasta hizo un documental en Netflix llamado "cambio radical" donde hace una apología de la alimentación vegetariana.
Está muy arraigada la creencia de que para tener un cuerpo fuerte y poderoso hay que tomar un volumen diario de carne, pollo y huevo.
Y que los vegetarianos son débiles y tendrán cuerpos poco atractivos.
Ese tipo de ideas mantienen a la humanidad atrapada en la dependencia de la comida animal, lo que agrava en un mundo superpoblado, el estrés, los conflictos y la agresividad general que se ve sobre todo en las grandes ciudades.
Donde todos juegan a ser el león.
Y nadie quiere ser oveja.
Pasto para las ovejas.
Carne para los leones.
Y así la paz mundial seguirá siendo una utopía.
Pero podría lograrse en segundos si estas ideas erróneas fueran esclarecidas por la comprensión de yin y yang.
Por esa razón nosotros los estudiantes del Orden de yin y yang, debemos trabajar muy duro para que esta sabiduría llegue a muchas personas y así podremos poco a poco crear un mundo feliz y pacífico donde todos los que deseen podrán entrenar sus cuerpos y ganar medallas.
Porque con esta comprensión podemos desarrollar nuestro potencial infinito y realizarnos.
Como las plantas crecen en el bosque hasta su máxima altura sin impedir el crecimiento de las otras plantas.

-Martín Macedo-

martes, 21 de marzo de 2023

Las nueve inteligencias

 “Los seres humanos dudamos de nuestra inteligencia; si no nos relacionamos con nuestra forma de aprender difícilmente llegaremos a poder desarrollarla y seguramente nos considerarán incapaces”.

No hay una inteligencia, hay 9 inteligencias diferentes:
1. lingüística: entender a través de las palabras
2. lógica – matemática: ver las cosas de forma secuencial
3. visual – espacial: ver una imagen global
4. kinestésica: hay que moverse, tocar, manipular para entender
5. musical: las cosas entran por el oído
6. interpersonal: necesitan sentirse conectados con otro ser humano
7. intrapersonal: han de reflexionar
8. naturista: en contacto con la naturaleza
9. trascendental: ver un propósito en las cosas
“Si un niño o adulto no aprende, no es porque no sea inteligente, sino porque no se le explican las cosas en base a su inteligencia”.
Dr. Mario A. Puig.

lunes, 20 de marzo de 2023

Niveles de conciencia

 NUEVE NIVELES DE CONCIENCIA .

ALEJANDRO JODOROWSKY
1.- NIVEL ANIMAL. Sobrevivir. “Comer y no ser comido”.
(Caracterizada por los problemas con el territorio) Solo se preocupa de cubrir las necesidades más primarias. Transforman la realidad en una jungla de agresividad. Es lo
que ocurre en el mundo animal donde solo se desarrollan los egos más bajos. La motivación se centra en la satisfacción de las necesidades básicas. Se han desarrollado los egos material y sexual, el emocional e intelectual están inmaduros. El motor de la acción es la supervivencia y sus respuestas giran en torno a la comida, el sueño y el sexo. Un asesino a sueldo es un ejemplo claro de consciencia animal.
2.- NIVEL INFANTIL. Consumidor por excelencia. “Recibirlo todo para poder seguir soñando y jugando”.
(Cuando la persona permanece infantilizada) Es la propia de la infancia donde la prioridad es el entretenimiento. Jugar, coleccionar, ver películas. Es la consciencia de los “parques temáticos” y de las películas americanas. No se pretende llegar a ningún sitio, no hay ideal o búsqueda, sólo se plantea entretener. La sociedad americana está en este nivel, es la cultura del ocio y entretenimiento, no saben defenderse a pesar de la maquinaria bélica de la que disponen. Nuestra sociedad trata de mantenernos en este nivel, donde somos consumidores compulsivos. Un niño tampoco puede montar ninguna “revolución”, el poder puede manejarnos con total tranquilidad.
3.- NIVEL ADOLESCENTE. Ser amado y admirado, desafiar al mundo e integrarse en la pandilla. “Amor eterno, vivir de prisa, morir joven”.
(En este nivel se está permanentemente pidiendo… sin dar) El mundo de las telenovelas y de las noticias del corazón. Hay una visión cursi de la vida que conduce al perfeccionismo. Podemos observar a este personaje típico en muchas de las series de televisión actuales. Consiste en valorar por encima de todo el hecho de: “realizarse es encontrarse con su pareja”. Continuamente se está a la búsqueda de la mujer o del hombre ideal. No se es consciente de que la pareja es una crisis continua.
4.- NIVEL ADULTO EGOÍSTA. Preservar la seguridad y la propiedad privada; defender los propios intereses. “Todo para mí”.
(El adulto es el sujeto que invierte. Ahora bien, puede ser un adulto explotador, cuyo afán sea poseer y explotar) Es el político, industrial o traficante de drogas que hace mucho dinero aprovechándose de los niños y de los románticos. (Los que se encuentran en un nivel inferior de consciencia) Usan su poder en beneficio propio sin valorar el daño que está provocando a la sociedad en la que vive. No le importa plagiar, si eso le va a aportar beneficios. Responsables de crear industrias “tóxicas” que generan muchos beneficios pero contaminando y lastrando a la sociedad. De ser explotador, el egoísmo le puede llevar a ser abusador y vivir en un aislamiento mental con nivel cero de empatía.
5.- NIVEL ALTRUISTA SOCIAL. Compartir. “Nada para mí que no sea también para los demás”.
(El adulto generoso, que por el contrario no se queda nada para él, sino que se lo da a los demás. El adulto generoso también sabe recibir y aprende lo que es el servicio). Es el que da un servicio a su comunidad, aunque gane mucho dinero con eso. Puede ser un gran médico o cirujano. Tal vez un empresario que además de ganar dinero beneficia de alguna manera a la sociedad que le rodea. Muchas veces la consciencia adulta lo es a escala local. Actualmente saltan a la prensa constantemente acciones solidarias de conocidos empresarios y artistas que son claros ejemplos de este nivel de consciencia.
6.- NIVEL ADULTO PLANETARIO. Conciencia ecológica, servicio, responsabilidad: “Todo está vivo, todo forma parte de mí, yo formo parte de todos”.
(El nivel al que todos los habitantes del planeta deberíamos de aspirar) Cuando el servicio que se ofrece trasciende las barreras locales y se expande a nivel planetario. Es el nivel al que debemos aspirar ya que todos nos movemos por el Universo a bordo de esta nave espacial que se llama la Tierra. Pero el error del ser con consciencia planetaria es quedarse estancado en el aquí y ahora, y así, no llegar al destino de cada ser: el de fusión total con el Universo.
7.- NIVEL CONCIENCIA SOLAR. Actúa sobre las generaciones pasadas y futuras, comprende la vida: “Soy las eternidad y soy el espacio infinito”.
(Este nivel de conciencia se extiende hasta los límites del sistema solar) La persona, aquí, considera al sistema solar, y no a la Tierra, como su medio natural. Dicha persona supera el tiempo y el espacio terrestre y se propone actuar no solamente para su propia generación sino, de uno a otro lado, sobre las generaciones precedentes y siguientes. En este nivel está la paz con todos los acontecimientos que han marcado a la historia de la humanidad y con todas las energías pasadas, presentes y futuras que contribuyen a la aparición de la vida. Nos lleva a vivir en la frecuentación de los grandes arquetipos y la encarnación de los símbolos, que son entonces considerados (como en Carl G. Jung) como otros tantos aspectos de un mismo Todo, elementos de una sola unidad considerada un principio de vida semejante al sol, que ofrece luz y calor. Cualquiera que sea su espiritualidad o su religión, la persona que tenga este nivel de conciencia vive en estrecha relación con el principio creador, al que llama “Dios” o “fuerza vital”.
Centro unitario: el Sol, como símbolo de la Conciencia alrededor del cual gira la tierra.
8.- NIVEL CONCIENCIA CÓSMICA. No somos la única forma de vida. “Mi dolor no se convierte en sufrimiento porque estoy disuelto en el todo”.
(En este nivel ya se ha descubierto que todo está unido. El secreto de la conciencia es la “re-unión”: volver a unir lo que estaba separado) Estamos en un sistema planetario girando alrededor de una estrella que es el Sol. Formamos parte de una galaxia que a su vez pertenece al universo. Es una escala muy grande, que nos supera y convierte en una pequeña gota de agua en un inmenso océano. Sabe relativizar los problemas cotidianos, porque se inclina ante las leyes del cosmos. Acepta la muerte, se desprende de toda posesión y se entrega a la vacuidad.
9.- NIVEL CONCIENCIA DIVINA. “Yo soy el Amor, nada más que el Amor, sólo el maravilloso Amor”.
(Nivel de conciencia unida al nombre inefable que está dentro de cada uno) Es la que alcanzaron: Buda, Cristo y Mahoma. Un nivel que cae fuera de nuestro alcance, somos seres humanos, la divinidad queda en otro plano de momento. Sin embargo, todos llevamos dentro esa llama divina, nuestro Dios interior, simbolizada en la antorcha del Arcano XV del Tarot. Todos nuestros yoes se pliegan ante este diamante central, que no podemos conocer, pero sí sentir. Nuestra mirada al mundo está filtrada por el nivel de consciencia que tengamos y ésta, a su vez, está directamente relacionada con el nivel de consciencia de nuestro árbol genealógico. Sin embargo, todos podemos ir avanzando.
El edificio de la consciencia lo vamos construyendo a lo largo de nuestra vida desde abajo hacia arriba, todos los niveles son importantes, todos hay que vivirlos. Incluso cuando hayamos alcanzado pisos elevados, el ático, el mirador.
Alejandro Jodorowsky

viernes, 17 de marzo de 2023

Requerimos auto educarnos financieramente

 Algunos amigos de nuestro club tienen problemas financieros....y pasa el tiempo y éstos no se resuelven.

Parecen destinados al infortunio.
Pero eso debería cambiar hoy mismo porque nosotros tenemos herramientas para mejorar rápidamente esta triste expresión.
La salud infinita implica la prosperidad infinita.
Porque todo es inteligencia, el agua es inteligencia, el ADN es inteligencia, una proteína es inteligencia, las emociones son inteligencia y el dinero también es inteligencia.
Cualquier bloqueo crea enfermedad.
Si el dinero no fluye fácilmente hacia nuestra vida, hay un estancamiento y todo estancamiento es enfermedad.
Y luego preguntamos ¿Cuáles son los costos?
O sea que cuesta mucho que se mueva, es una circulación trabada, costosa.
Deberíamos dejar de usar esa palabra...o también he gastado tanto, me ha costado un ojo de la cara, o peor aún ¿Cuánto duele?
Si nos cuesta respirar estamos seriamente enfermos.
Si a la sangre le cuesta llegar a la cabeza también.
Si al agua le cuesta salir del riñón es una situación de retención.
Si al dinero le cuesta llegar a nuestra vida eso no es salud aunque practiquemos la nutrición basada en el Orden del Universo desde hace muchos años.
Hay un estancamiento financiero, hay una lentitud innecesaria que debe ser curada hoy mismo.
El dinero no llega a nuestra vida para que lo acumulemos como lo hace un coleccionista que guarda en su casa todo tipo de cachivaches.
Llega para que podamos usarlo; comprar ropa buena, alimentos de calidad, poder viajar, poder hacer cursos, retiros, tomar clases y conseguir todo lo que necesitamos para vivir con plenitud.
Seres infinitos no pueden vivir en medio de todo tipo de privaciones, sin poder acceder a clases, talleres, viajes...siempre pidiendo cosas gratis, libros gratis, descuentos, rebajas, promociones.
El dinero no debe bloquearse, pero no es un problema del dinero sino de nuestros propios bloqueos que no se curarán a menos que tomemos medidas correctivas.
Este tipo de bloqueos no se liberan con alimentos naturales, por mucho tiempo que llevemos practicando una nutrición magnífica.
Es a mi entender un problema del ego.
Un ego muy fuerte, demasiado poderoso que nos tiene maniatados y no nos deja ver el flujo infinito disponible para nosotros.
Las cosas materiales son expresiones de impresiones espirituales que nacieron como ideas, como pensamientos.
La visión de un viaje de estudios está destinada a expresarse como un viaje físico.
Es como un pequeño ser humano que se inicia como un embrión.
El destino del embrión no es quedarse para siempre como embrión.
Su destino, es que crezca, se desarrolle y finalmente se exprese como un ser humano que vivirá fuera del útero materno.
Si no nace es porque el embrión ha muerto, es decir un aborto.
Natural o artificial pero es algo muy triste, porque no se cumplió su destino.
Si nuestro deseo ferviente, es vivir en una hermosa casa en el campo y vivimos toda la vida en un pequeño piso en medio de la zona más contaminada de la ciudad y morimos sin expresar esa visión, es un aborto espiritual.
Nuestro deseo ha cobrado vida porque sentimos la emoción cuando lo visualizamos, tiene forma, tiene color, tiene vida en sí mismo y cada día está allí recordándonos que desea expresarse.
Soñamos con él.
Es una presencia viva.
Todos nuestros deseos, todas nuestras metas, todos nuestros sueños, abortarán si no les permitimos nacer y expresarse.
Pero muchas veces somos los peores aborteros.
Debido únicamente a nuestro sistema de creencias super tóxico en relación al dinero.
Pasado cuidadosamente de generación en generación.
Como aquello de que no se puede ser feliz y ser rico porque eso nos enseñan las tradiciones religiosas.
Pero han sido mal interpretadas.
Porque Cristo dijo: "he venido a traer vida y vida en abundancia".
No dijo que se deleita viendo cómo no podemos conseguir la buena ropa o la buena comida o la casa de nuestros sueños.
Necesitamos educación financiera.
Todos debemos auto educarnos financieramente.
Porque las creencias son tan poderosas, tan terriblemente poderosas que nos atan a una vida miserable, de impotencia, de frustración constante como el elefante del circo que cree que no puede soltarse de la frágil soga que lo retiene atado a una pequeña estaca.
Por favor...educación financiera.
Lo que deseamos está pidiendo permiso para manifestarse.
Entrenemos nuestra mente, nuestras palabras, nuestras emociones y nuestras creencias para abrir las puertas de nuestra mente y permitir que todo eso que deseamos desde hace tanto tiempo llegue a nuestra vida, como un pequeño ser humano que ya completó su desarrollo y desea nacer.
Sin miedo.
El pequeño bebé no tiene miedo.
El bebé no tiene ego.
Pero los padres, el médico, los hermanos tienen ego.
No podemos separarnos del Infinito.
Allí está todo y hay de sobra para todos los que deseen aprender.
Porque no cualquiera asiste en el trabajo de parto.
Debe estudiar y aprender para no interferir con el nacimiento.
Los ricos y los pobres están equipados con las mismas herramientas.
Pero unos están entrenados y los otros no.
No es un problema de justicia.
Sino de entrenamiento.

El régimen numero siete

 Ohsawa, el gran maestro de la nutrición fue profético al afirmar que el cáncer es muy fácil de curar..... en la década de 1950 y 1960 como podemos constatar en su obra más famosa, el Macrobiótica Zen.

Pero había que seguir un plan estricto durante un mes que él denominaba el régimen número siete, consistente en nutrirse exclusivamente de granos de cereales integrales masticándolos muchas veces junto con té de hierbas medicinales.
Sus recomendaciones funcionaron en muchos casos y eso lo volvió muy famoso en su tiempo.
No se basó en estudios científicos sino en su aguda intuición y sabiduría basada en los principios de la medicina oriental.
Ahora 70 años después, prestigiosos investigadores y hombres de ciencia recomiendan el ayuno intermitente como una estrategia muy simple para matar a las células "malas".
Una amiga de mi hermana fue a recibir su quimioterapia a un gran centro médico de Brasil.
Su médico tratante es un fervoroso creyente en el ayuno intermitente y le insistió para que lo adoptara en su vida diaria.
Cuando pasamos más de 12 hs sin tomar alimento la glucosa se agota y el cuerpo empieza a funcionar con un combustible alternativo llamado cuerpos cetónicos que derivan de la degradación metabólica de la grasa de reserva.
El cuerpo humano puede funcionar perfectamente sin glucosa con estos cuerpos cetónicos que son el combustible durante el ayuno.
Las células malignas no pueden sobrevivir sin glucosa; ellas no pueden obtener energía de los cuerpos cetónicos así que mueren rápidamente.
Si pasamos 14 o 15 hs sin tomar alimento, habrá un intervalo de 2 a 3 horas que el cuerpo funcionará en cetosis una vez agotada la glucosa....y en estas 3 horas morirán sin química millones de células malignas.
Entonces la historia le da la razón a Ohsawa.
Es fácil curar el cáncer; sólo basta ayunar algunas horas cada día y se puede hacer fácilmente tomando 2 buenas comidas al día con la condición de que haya un intervalo de 14 horas entre la cena y el almuerzo del día siguiente.
El método de Ohsawa era doblemente efectivo porque recomendaba dos comidas y en las dos tomando cereales integrales que tienen glucosa pero una que se libera lentamente luego de un largo trabajo digestivo.
El arroz integral trabaja como el ayuno porque la oferta de glucosa es relativamente baja, lo que también mata a las células malignas que necesitan 15 veces más glucosa que una célula saludable.
El ayuno mata a las células malignas pero fortalece a las células sanas.
El arroz integral mata a la células malignas pero nutre a las células saludables.
Combinando ayuno intermitente y la ingesta de arroz integral masticado a fondo tenemos la cura más fácil de cáncer y la más económica.
Sin necesidad de ir a Brasil ni a ningún famoso centro médico gastando fortunas para recibir la tóxica medicación que mata algunas células pero realizando un daño inmenso a las células saludables.
Pero mucha gente no comprende y se queda con la falsa idea de que "hay que pararlas como sea".

-Martín Macedo-

miércoles, 15 de marzo de 2023

Consumo y felicidad

 

SI EL CONSUMO NO DA LA FELICIDAD, ¿POR QUÉ NO PARAMOS DE COMPRAR?

La sabiduría popular no para de repetir que comprar no nos hará más felices, pero si ya lo sabemos y, además, somos conscientes de lo malo que es para el medio ambiente, ¿Qué hace que no seamos capaces de salir de esa dinámica?

En la lista de cosas que se repiten en los artículos sobre cómo reducir la huella, siempre se acaba hablando del consumo. Consumir menos baja el impacto que se tiene en el planeta y, por lo tanto, saber qué se necesita y ajustarse a ello –así como optar por formas alternativas de consumo, como la economía circular– lleva a un comportamiento más virtuoso. Sin embargo, no importa lo mucho que se intente interiorizar esa necesidad: la población no es capaz de dejar de comprar. Puede que el consumo no dé la felicidad, pero se acerca a ello (o al menos así se siente en determinados momentos), y optar por esa austeridad, por mucho que se conozcan sus bondades, se hace cuesta arriba. 

Incluso la economía y las fluctuaciones inflacionarias no son capaces de frenar por completo los patrones de consumo: por muchos cambios que se hayan hecho en la cesta de la compra, la última campaña de Navidad demuestra que el poder emocional de ir de compras es muy elevado. En el estudio que en diciembre publicaba Ipsos sobre las tendencias en el mercado español, el estrés convivía con el entusiasmo. Dentro del documento, un tercio de los españoles aseguraba que ese año estaban más entusiasmados por las fiestas que en el precedente, y aunque la mitad reconocía su preocupación por los precios, la mitad de los encuestados también aseguraba que iba a mantener su presupuesto. Lo que es más: un 20% iba a subirlo. No se iba a escatimar en los regalos.

En cierto modo, esta reticencia a reducir el gasto en las fiestas se explica por su propia naturaleza –un período de consumo familiar en el que se compra para los demás– pero también por la relación tan estrecha que se tiene con el consumo. Consumir es, en nuestra sociedad, parte de la experiencia humana, casi parte de quienes somos.

Un estudio descubrió que comprar cosas materiales sí hace feliz a las personas que vienen de entornos más desfavorecidos

Incluso existe un concepto, el de las lovemarks, acuñado por el publicista Kevin Roberts, que apela a eso. «Todo el mundo, en todas partes, está deseando vivir emociones», escribe en el libro que les ha dedicado. Las lovemarks son aquellas marcas comerciales que el consumidor quierecon las que establece vínculos tan cercanos que las siente próximas. Con ellas no estás comprando productos: estás viviendo experiencias emocionales (o siguiendo tu estilo de vida). 

Además, a veces el consumo es el parche que se emplea como alternativa para lidiar con los problemas del mundo o con los propios. La retail therapy no es una novedad, sino que ha sido material para la cultura popular –y las vivencias humanas– desde hace décadas, por mucho que después del frenesí de consumo llegue el arrepentimiento por haber comprado tanto. 

Esa idea de irse de compras para animarse subió incluso en tiempos pandémicos: se ha llegado a hablar de un crecimiento del «gasto emocional», en el que los compradores se refugiaban en las compras –las ventas e-commerce se dispararon y no solo porque las tiendas físicas estuviesen cerradas– buscando un cierto confort y la dopamina que libera meter algo en el carrito. Los analistas acuñaron también el término revenge spending para capturar el frenesí consumista del verano de 2021: tras un año espantoso, los consumidores se lanzaban entonces a una orgía de gasto.

¿Consumo y felicidad?

La sabiduría tradicional afirma que ambas no están relacionadas, pero la ciencia añade unas cuantas puntualizaciones a la afirmación: por ejemplo, un estudio demostraba hace unos cuantos años que las compras que están en sintonía con la propia personalidad suelen incrementar la felicidad. De este modo, si se es entusiasta de la lectura, será lo que se sienta cuando se sale de la librería con una pila de nuevos libros y no habrá remordimiento al llegar a casa. Otros cuantos han demostrado que, si bien existe un «arrepentimiento del comprador» en cuanto a los objetos, las experiencias –por mucho que sean consumo igualmente– logran una felicidad más sostenida en el tiempo. 

Igualmente, también existen matices vinculados a quiénes somos y de dónde venimos. Un estudio de varias universidades estadounidenses descubrió que comprar cosas materiales sí hace feliz a las personas que vienen de entornos más desfavorecidos. «La gente de clase social más elevada tiene recursos abundantes, lo que significa que pueden centrarse más en el crecimiento interno y del desarrollo personal», explicaba Wendy Wood, una de las responsables de la investigación. Es decir: cuando ya tienes de todo, ese consumo no te da la felicidad porque no es algo nuevo o algo que querías y no tenías, como ocurre para quienes provienen de entornos con menos poder adquisitivo. 

Finalmente, también se puede matizar qué supone el gasto en el cómputo final de la propia existencia. Fue lo que los millennials intentaron explicar año tras año cuando se les echaba en cara su consumo de tostas de aguacate; un capricho demasiado caro, decían las generaciones de más edad. No obstante, en un entorno en el que los marcadores vitales son demasiado caros –como, por ejemplo, acceder a una casa propia– y la inestabilidad muy elevada, esa pequeña indulgencia puede ser lo que ayude a sobrellevar mejor las cosas. Puede ser, en definitiva, un pequeño golpe de felicidad, por muy efímera que resulte.

-Raquel C. Pico-

 


Carta de objetivos

 Yo, Bruce Lee seré la mayor y mejor pagada super estrella oriental en los EEUU.

A cambio de ello daré lo mejor de mí en emocionantes espectáculos y como actor de calidad.
Comenzaré en 1970 la ruta hacia la fama mundial y de allí en adelante al final de 1980, tendré en mi poder 10 millones de dólares.
Voy a vivir de la manera que me plazca y alcanzaré armonía interior y felicidad...."
Enero de 1969.
Esta carta la escribió a los 28 años y todos pueden verla en una especie de Resort en Nueva York (Planeta Hollywood).
Esta es la carta de objetivos de Bruce Lee.
Antes de ser una super estrella lo imaginó.
Y creyó en su capacidad de lograrlo.
E hizo lo necesario para que ocurriera.
Bruce Lee no usó sólo su cuerpo, no se basó en su capacidad física.
Ni en su talento.
Era un estudioso y sabía que la imaginación es una fuerza poderosa y creadora.
Millones de chinos y japoneses, coreanos y tailandeses, eran más fuertes, más corpulentos y sumamente habilidosos.
Pero ninguno tuvo la fe de Bruce Lee.
La fe es más importante que la capacidad física.
Más importante que las técnicas físicas.
Escribió su carta de objetivos en 1969 y murió en 1973.
En sólo cuatro años hizo lo imposible.
Y se fue de este mundo a los 33 años luego de tomar un medicamento que le dio su médico en una dosis excesiva.
Nosotros somos más afortunados que Bruce Lee.
A él se le terminó el tiempo.
Tenía la sabiduría y la voluntad; tenía salud y tenía tiempo.
Combinó esos cuatro ingredientes y creó un maravilloso éxito.
Nos dejó la receta de su pastel.
Los secretos de su arte.
Utilizó mejor su imaginación que sus compatriotas chinos.
Estudió las técnicas del oeste, renunció a ser oriental y a pensar como oriental para convertirse en una estrella.
Ni oriental ni occidental.
No necesitaba ser oriental ni occidental.
Porque las grandes estrellas tienen una luz infinita.
Y no pueden ser etiquetadas.

-Martín Macedo-