Según Albert Einstein cualquiera de nosotros se puede convertir en un genio en cualquier campo teórico o práctico si dedica diez mil horas a perfeccionarse.
Como nosotros estudiamos el Orden del Universo, aquí también aplica la fórmula de Einstein.
Cuando tengamos las horas requeridas, seremos unos ases en el tema del yin y yang.
Yo no las conté pero creo que ando cerca porque leo y releo, estudio y aplico este principio de las transformaciones desde 1981.
Y he constatado asombrado que cada vez que tenemos un problema de salud tenemos un curso acelerado de yin y yang.
Por eso los consultores y estudiantes del principio de las transformaciones debemos tomar nuestras pequeñas o grandes enfermedades como oportunidades para aprender.
Recientemente he tenido un fuerte dolor en una pierna originado en un pinzamiento del nervio ciático.
Es sumamente doloroso, cada paso duele y uno no sabe cómo apoyar la pierna para que el dolor sea más tolerable.
Me ocurre ocasionalmente cuando consumo sal en exceso.
Recuerdo cuando era estudiante y hacía guardias médicas en un hospital de zonas rurales; era muy frecuente la consulta por "ciática" debido a pinzamientos lumbares que aprietan el nervio ciático.
Generalmente eran hombres jóvenes que habían hecho un esfuerzo excesivo como levantar un peso importante en las tareas de campo.
Les decíamos que el dolor duraba de una a dos semanas y que tenían que venir a darse un inyectable diario (relajante muscular y analgésico) intramuscular al centro de salud.
Les hacíamos una receta por 10 inyectables y si no calmaba en 10 días hacíamos otra serie.
En algunos casos hay una hernia en el disco y a veces se debe operar para mantener las vértebras separadas.
Pero si estudiamos yin y yang podemos curar este cuadro en 2-3 días sin medicinas.
Para ello es necesario comprender el mecanismo de la ciatalgia.
Sin comprensión no se puede curar nada.
Si no se comprende el origen del cáncer no se lo puede curar.
Entre vértebra y vértebra hay un disco elástico que amortigua los impactos de los huesos que se acercan y se alejan (yin y yang) entre sí.
Si se acercan mucho el disco puede deformarse o herniarse y cuando los huesos hacen contacto se dañan el uno al otro y además aprietan los nervios que están pasando entre las vértebras generando un dolor insoportable.
Por eso el estado de los discos es vital; éstos deben ser fuertes y flexibles para evitar el contacto de las vértebras entre si.
Entonces el origen del dolor ciático es yin; el disco se ablanda y permite que las vértebras se acerquen demasiado.
El detonante es yang, un peso grande, una contractura muscular o un exceso de sal o alimentos de origen animal.
Esta contracción yang aproxima las vértebras y maltrata al disco.
La contractura se agrava con el frío que puede dejar pinzadas las vértebras, es decir que quedan apretadas en una posición patológica perpetuando el dolor.
Hay que separar las vértebras mediante masajes, yoga o simplemente descansando y aliviando toda tensión en la zona.
Si el disco es fuerte, se puede levantar mucho peso, incluso cientos de kilos sin generar dolor.
Los levantadores de pesas maltratan sus discos pero mientras son jóvenes y fuertes no tienen síntomas.
Pero algunos siguen levantando pesos grandes hasta los 70 años o más y finalmente se lesionan.
Si el disco es débil, al poner tensión externa (yang) se dispara el dolor.
La causa parece yang, porque hay un pinzamiento, tensión, músculos que están contraídos y empujan a las vértebras a una posición de pinzamiento.
La medicina lo trata con yin, relajando los músculos y con descanso.... en general las vértebras se separan (yin) y el dolor pasa.
Pero no se actúa sobre el disco que sigue yin.
Nosotros damos una dieta suavemente yang que devuelve su volumen y poder al disco que separa las vértebras y que también libera la tensión sobre la musculatura.
Y de esa forma se logra una recuperación mucho más rápida porque va al verdadero origen del problema que es una debilidad del disco.
-Martín Maeedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario