Ante
todo, es el acto de alejarse de los impulsos reactivos, ya que no hay manera de
que estemos conectados a menos que nos alejemos de esos impulsos.
Sin la conducta proactiva nada funcionará para
nosotros, por más que tengamos información y creamos que tenemos los
suficientes instrumentos para que funcione.
Cuando
parece que súbitamente el ¨de repente¨ es arrojado sobre ti, da un paso atrás.
Esto no quiere decir aceptar las circunstancias.
Si alguien te da una bofetada, puedes en realidad
devolver la bofetada, pero esto no significa un nivel de conciencia, por encima
de la mera reactividad.
Los instrumentos del paradigma de la Responsabilidad Extrema
realmente funcionan, pero no funcionan sin la conducta proactiva.
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