No podemos curar las partes sin curar el todo. No debemos curar el cuerpo separado del alma, y para que el espíritu y el cuerpo vuelvan a encontrar la salud, hay que empezar por curar el alma. Porque es un error fundamental de los médicos de hoy: separar desde un principio el alma y el cuerpo".
(PLATON, Cármides - 427-347 A.C.)
Para generar la presente propuesta parto de un principio: los seres humanos somos responsables de todo lo que generamos y por lo tanto "recibimos" del Universo todo lo que emitimos, tanto lo que suma como lo que resta en nuestro aquí y ahora de nuestras vidas. Si esto es así, y más allá de la interpretación que cada uno decida darle, hay una única forma de estar en el mundo (si pretendemos vivir en armonía, paz, aceptación y plenitud) y es siendo Íntegros. Viviendo en Integridad podemos confiar en que todo lo que vamos a recibir es perfecto ya que, ubicándonos en la senda de la Integridad Existencial, el universo siempre nos protegerá y desviará cualquier evento o situación que pueda restarnos en el camino en el que estemos yendo.
Una mirada responsable, crítica, aguda, atenta e inteligente de los eventos (denominados vulgarmente como "accidentes", "robos", "enfermedades", "casualidades", etc) y resultados de nuestra vida nos irá indicando si el camino tomado está alineado con la distinción Integridad (o está alineado al camino de la desintegridad, palabra que aún no se encuentra en el diccionario) y que, de ello, dependerán los resultados que obtendremos en nuestra vida que es en definitiva lo que cuenta ("el único juez de nuestra vida son nuestros resultados, lo que mostramos en nuestra vida").
Los resultados de nuestras decisiones ¿que nos muestran? ¿orden o desorden?, ¿armonía o caos?, ¿satisfacción o insatisfacción?, ¿paz u ansiedad?, ¿seguridad o inseguridad?, ¿entonces? ¿que camino tomarás de ahora en más?. Lo que se aporta desde esta perspectiva son herramientas concretas y pragmáticas para una re ingeniería humana personal y por ende contribuir indirectamente con la transformación del mundo. Desde este paradigma acompaño y apoyo la reingeniería de los seres humanos que acuden a mi con las ganas y la certeza que han encontrado la clave de la plenitud humana: la Mirada de la Responsabilidad Extrema y la Integridad.
Daniel Corsino
Daniel Corsino
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