Fue formulado por primera vez por el filósofo e ingeniero italiano Vilfredo Federico Pareto (1848 - 1923) en el libro Cours d’économie politique en 1896.
Este aseguró que, por lo general, el 20% de todos los esfuerzos es el que realmente produce el 80% de los resultados, o dicho de otra forma, el 80% de nuestras acciones no tienen apenas consecuencias en los resultados obtenidos.
La ley esconde un mensaje que nos anima a centrarnos en aquello que es realmente importante y, por tanto, nos reporta una mayor satisfacción o rentabilidad. Por esta razón, si seguimos esta regla, podremos obtener mejores resultados sin malgastar recursos ni energías en acciones que apenas pueden aportar beneficios.
Por ejemplo, se ha visto que la ley de Pareto se cumple en el ámbito del control de calidad. En este sentido, se puede determinar que el 20% de los defectos afectarán al 80% de los procesos. De esta forma, las empresas pueden centrarse en solventar los errores más relevantes, ya que son los que tienen un mayor efecto en los resultados.
La ley de Pareto nos incita a centrarnos en lo que realmente es importante para alcanzar un determinado objetivo.
Recuerda, enfócate en tus prioridades.
La ley esconde un mensaje que nos anima a centrarnos en aquello que es realmente importante y, por tanto, nos reporta una mayor satisfacción o rentabilidad. Por esta razón, si seguimos esta regla, podremos obtener mejores resultados sin malgastar recursos ni energías en acciones que apenas pueden aportar beneficios.
Por ejemplo, se ha visto que la ley de Pareto se cumple en el ámbito del control de calidad. En este sentido, se puede determinar que el 20% de los defectos afectarán al 80% de los procesos. De esta forma, las empresas pueden centrarse en solventar los errores más relevantes, ya que son los que tienen un mayor efecto en los resultados.
La ley de Pareto nos incita a centrarnos en lo que realmente es importante para alcanzar un determinado objetivo.
Recuerda, enfócate en tus prioridades.
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